Estancia El Leoncito, ¿por qué se llama así?

La Estancia El Leoncito, ubicada en el suroeste del departamento Calingasta, es uno de los principales destinos turísticos de San Juan. No solo por la belleza interminable de la cordillera de Los Andes, sino porque además suma la pampa El Leoncito, ese barreal blanco único donde se practica carrovelismo; y también por el Parque Nacional del mismo nombre que acoge a los principales observatorios astronómicos de la provincia.

Muchos dieron por sentado que su nombre se debe a la presencia de pumas en la zona, “lioncito” como dicen los lugareños. Pero su toponimia no está muy clara.

Según la publicación “Áreas Protegidas de la Provincia de San Juan”, una especie animal, una confusión de sintaxis, y una especie vegetal se disputan el origen del nombre El Leoncito.

Señalan que en buena parte de la argentina se conoce por león o lión según los paisanos, al puma, por lo cual sería de suponer que el topónimo se debe este gran felino que habita la zona.

Sin embargo, otra posibilidad radica en un documento histórico. Al redactarse la fundamentación técnica para crear el área protegida se halló un antecedente sobre el origen del nombre El Leoncito en un artículo publicado en Diario de Cuyo por Rogelio Díaz Costa. Allí argumentaba que el nombre proviene del texto de la Merced Real de 1570 que “concedía al señor García Hernández de Villa Nueva la totalidad del Valle del Inca o del León cito a la otra banda del Tontal. La repetición de “león cito” habría motivado el topónimo de este lugar, según Díaz Costa.

Pero existe una cactácea típica de esta región montañosa conocida por quepo, copana o quisco que en San Juan y Chile recibe el nombre de Leoncito, según consigna Roberto Kiesling, el mayor especialista argentino de este grupo botánico. Y el nombre estaría vinculado a la existencia de esta especie vegetal.

Nadie tiene la certeza del origen y cada autor defiende un argumento.

Lo cierto es que El Leoncito seguirá dando las mejores postales de los carros a vela es ese desierto surrealista; y los cielos más limpios y estrellados del mundo, que atrae a cientos de turistas nacionales y científicos de todo el mundo.

Desde la página web del parque señalan que conserva una muestra representativa de ambientes tales como el Monte, la Puna y los Altos Andes, el Parque Nacional El Leoncito contribuye al mantenimiento de ese cielo, evitando las consecuencias de actividades humanas que generan luces y polvo atmosférico que amenazan seriamente su calidad natural. Su limpieza y diafanidad, con un número cercano a las trescientas noches despejadas por año, son condiciones ideales para la observación, y por ello sobre el macizo cordillerano resaltan las moles blancas de dos complejos astronómicos de gran importancia a nivel nacional y mundial.

En 1965 la Universidad de San Juan detectó las bondades de la atmósfera del lugar, lo que motivó  que dicha institución académica, en conjunto con las universidades de Córdoba y de Yale, EEUU,  instalaran el primer observatorio astronómico en la zona.  Luego de más de dos décadas, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología adquirió el predio de 72.000 hectáreas perteneciente a la Estancia El Leoncito para instalar un segundo observatorio con tecnología de avanzada al que llamó Complejo Astronómico.

Actualmente se construye allí la base para colocar el radiotelescopio más grande de Sudamérica. Se trata del proyecto Chinese-Argentine Radio-Telescope (CART) que pesa más de 100 toneladas y formará parte de una red que tiene que ver con ampliar el conocimiento científico en el Hemisferio Sur.

Construcción para a}la instalación del radiotelescopio.

Cómo llegar

El parque está a 247 kilómetros de la Ciudad de San Juan. El acceso al parque nacional se encuentra justo en frente al Barreal Blanco. Las tierras del parque nacional pertenecían a la Estancia El Leoncito.

El acceso más fácil es desde la localidad de Barreal, que se encuentra a 34 kilómetros del acceso, por la ruta provincial 149 (asfaltada).

El parque cuenta con alojamiento, con estricta reserva previa.