Turismo y música: Ischigualasto tiene su primer disco con canciones para el tour

Suena un rock y el estribillo repite “Valle de la Luna, Valle de la Luna”…  uno se queda pensando: sí hay algo nuevo bajo el sol. Es que Roberto Guevara logró amalgamar las geoformas, historia y fósiles de Ischigualasto con su música autóctona y original.

Con seis canciones creó lo que él llama “Conociendo cantando”, que es un tour de canciones  para conocer con música el Valle de la luna, con una visión didáctica para los visitantes del parque que es Patrimonio de la Humanidad, sobre todo para los niños.

Incluso uno de los temas, Fósiles rock, es la base de un video clip que cuenta con la guía del animador Juan Pablo Zaramella y que realizan los estudiantes de la Escuela de Animación Doble Zeta, quienes trabajan en la construcción de cada uno de los personajes que tendrá el video. El rodaje lo harán en el set de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) sede Cuyo, así como también la edición.  

“El disco está dividido en dos partes: las geoformas, que son la Cancha de bocas, o el Valle Pintado, representadas por la canción Cumbia Tour y Esfinge; y la otra parte son los dinosaurios que están con sus nombres reales. El desafío era cantar un bloque de varias especies de dinosaurios que fueron descubiertas en la zona”, contó Guevara a Destino San Juan.

Roberto Guevara en escena.

El perfil de la obra es didáctico y turístico, apuntó su autor, las canciones tienen la misma temática y apuntan a hacer una descripción, son una muestra para generar entusiasmo sobre el lugar que tiene características muy interesantes para la oferta turística.

Es que Ischigualasto no solo es un lugar destacado en el mundo por su paisaje lunar, sus formaciones en roca creadas por los siglos, el viento y el agua; sino que es la única reserva paleontológica de la Tierra donde puede verse al descubierto y perfectamente diferenciado todo el periodo triásico. Y algo que casi no te dicen los libros ni los sitios de internet: es uno de los lugares más energéticos de la provincia.

Como si esto fuera poco, ahora el Valle de la Luna tiene disco propio, bueno al menos las canciones están, solo falta la edición que se plasme en formato CD, para lo cual Guevara busca los fondos necesarios para edición.

La primera canción de este disco que escribió Guevara fue Fósiles Rock, pero al autor le sonó demasiado rockera así que derivó en Fósiles Tecno y en ella menciona los principales animales encontrados y estudiados por la ciencia.

La segunda, Voy Caminando, está pensada para recorrer Ischigualasto con toda su flora y fauna actual.

La canción 330 habla de los 330 kilómetros que separan a la Capital de San Juan con Ischigualasto y de la historia del Valle.

En esta obra, el orden de canciones quedó así: 330; Cumbia Tour, Esfinge, Fósiles Rock, Fósiles Tecno y Voy Caminando.

El inicio de todo fue Fósiles Rock, cuando Guevara, por sugerencia de unos amigos,  compuso la canción del Valle de la Luna, aunque antes ya había grabado “Yo tengo una mascota dinosaurio”, para los niños.

El resto de la obra la fue haciendo en forma paralela a otros proyectos. “Lo tomé como un desafío personal y gracias a Dios pude completar esta idea y quedé satisfecho con el resultado”, aseguró.

Guevara es casi un dinosaurio en el ambiente de la música local, un personaje al que todos conocen, aunque como compositor comenzó tarde. Canción Nativa fue su primera canción en el 2004. “Fue un experimento con un tambor. Le pedí prestada la guitarra a un amigo, encontré la armonía y me gustó. Me fui a Manganelli (Sergio Manganelli propietario de la sala de grabación El Hornito) y quedó la canción. De ahí seguí trabajando con ella y hasta se hizo un videoclip, lo hizo Fabiana Zito en el Instituto de Arte Visual. Tuve mucha suerte porque hasta fue declarado de Interés Cultural Provincial”, aseguró Roberto.

Esa primera canción experimental derivó en su primer disco. “Las escuelas me llamaban para dar talleres, entonces vi cómo a través de la música los chicos aprendían mucho más, por eso después vino “Chinchimoye y amigos” que son canciones de animales y letras”, contó.

A partir de ahí Guevara se gustó a través de sus canciones y vio frutos valiosos en los niños, fue el impulso para seguir componiendo.

“La música en mí es un milagro y como soy agradecido de Dios hice un disco navideño que es bien conceptual. Yo no canto penas de amor, prefiero la canción que sirva, la canción didáctica”, confesó.

Como sus canciones anteriores, que tomaron su propio rumbo, algunos hasta desconocidos, estas nuevas canciones de Ischigualasto tendrán el mismo destino. “Creo que las canciones son entes independientes, tienen vida propia, el artista sólo es un instrumento, un puente, pero las canciones son de propiedad colectiva”.

Una canción del disco anterior de Guevara: