El brutal asesinato del gobernador Valentín Videla

Enconos políticos o un marido furioso, esas fueron las hipótesis del asesinato del gobernador Valentín Videla, que apareció muerto el 13 de diciembre de 1872 a solo dos cuadras de la plaza 25 de Mayo. Tenía 53 años y una gran fortuna.

“Aparece muerto de un golpe en la cabeza, en una de las calles de la ciudad, el gobernador de la provincia Valentín Videla. Este crimen habría tenido su origen en venganzas personales.

El señor Videla había desempeñado otros cargos de responsabilidad en la provincia como ministro de Sarmiento, legislador provincial y senador nacional por San Juan”, reseñó César Guerrero en su libro “Efemérides sanjuaninas” (1961).

El historiador sugiere con “venganzas personales” (y sin explayarse más en el tema), que habría cuestiones de la vida privada relacionadas al asesinato de Videla.

Pero además del misterio de este brutal crimen, está subyacente la “maldición” de los Videla: todos los hermanos tuvieron muertes violentas o extrañas.

En el libro “Historia de los gobernadores de las provincias argentinas”. Tomo III (1987), el autor Antonio Zinny, contó que Valentín era hijo de Clemente Videla e Isabel Lima, y heredó de sus padres una gran fortuna.

Se casó con María de Jesús Maradona, hija del exgobernador y posteriormente sacerdote Timoteo Maradona.

Videla fue miembro del Partido Unitario y formó parte del movimiento que organizó la revolución que en el año 1860 terminó con el asesinato del gobernador José Antonio Virasoro.

Valentín Videla

“Fue ministro de los gobernadores Francisco Coll y Antonino Aberastain, y permaneció en la capital cuando este último se puso al frente del ejército provincial en la batalla de Rinconada del Pocito, que costaría la vida al gobernador”, señaló Zinny.

Primera historia

El primer historiador de San Juan, Nicanor Larraín, incluyó la muerte de Videla en su libro “El país de Cuyo”, (1902).

Allí relató que José María del Carril renunció la gobernación de San Juan en mayo de 1871 para ejercer su banca en el Congreso Nacional. Entonces dejó el mando en el “acaudalado y prestigioso caudillo político Valentín Videla, hombre tenaz y sin la inteligencia y vivacidad de su predecesor”.

Videla queda como gobernador interino desde el 17 de mayo hasta el 1 de junio del mismo año y luego fue electo gobernador. Organizó su gabinete colocando a Gelón Martínez en el ministerio de  Hacienda y Fomento; y puso a Ramón González para Gobierno e Instrucción Pública.

“Su gobierno fue muy combatido y luchó con grandes resistencias hasta sus últimos días, pero fuerte por la disciplina y habilidad del partido ‘Club del pueblo’ degeneró muchas veces en casi voluntarioso, aunque sus actos revestían todas las formas legales”, señaló Larraín.

Durante su gobierno se dictaron leyes sobre establecimientos de bancos de depósito, condonación de la deuda de contribución directa por años anteriores a 1869, ley de imprenta, fijación del valor de las monedas de curso legal con relación a la moneda de curso de cuatro bolivianos.

También propició el ingreso de máquinas de labranza, la plantación de cepas de uva para viñas y parrales, manzanos, moras, acacias, plantaciones que serían premiadas con $20 y $30 respectivamente.

Videla alentó leyes relativas a los exportadores de licores encajonados con sus cápsulas y viñetas respectivas, se estimuló con un premio de $50 por cada docena de botellas exportadas.

Además el gobierno invirtió $4.000 en acciones de la primera Asociación de Agricultores, medida que tuvo por objeto fomentar la industria agrícola, e introducir máquinas modernas en la provincia.

En el mismo periodo, se reformó  la Ley Orgánica y de enjuiciamiento. Se realizaron estudios y construyeron planos del camino interprovincial entre San Juan y San Luis, con recursos propios y en calidad de préstamo al gobierno de la Nación.

Crimen brutal

“En la madrugada del 13 de diciembre de 1872, el gobernador Videla fue muerto a golpes por asesinos vulgares en una calle principal de la ciudad y a dos cuadras de la plaza 25 de Mayo.

El gobernador interino, Benjamín Bates, dictó un decreto ordenando que el cadáver fuera trasladado a la casa mortuoria del departamento de gobierno para ser velado toda la noche por una guardia de honor vestida de gran parada”, contó Larraín

Al día siguiente, a las 8 en punto, se realizó el entierro en el cementerio municipal.

Ilustración San Juan al mundo
Asesinato de Videla, ilustración de sanjuanalmundo.com

Vida política y…

Videla era considerado uno de los hombres más ricos de la ciudad. Pero su gran pasión era la política. Y en ese terreno había ganado tanto amigos como enemigos. Su trayectoria había sido realmente larga”, publicó Juan Carlos Bataller en el libro “Revoluciones y crímenes políticos en San Juan” (2000).

Luego relató el periodista que los rumores que circularon en los días siguientes sobre los presuntos autores del crimen fueron de lo más variado.

“Unos creyeron ver móviles políticos y apuntaron sus dedos acusadores contra el exgobernador Manuel José Zavalla o Manuel José Gómez.

Zavalla había sido expulsado del gobierno y de la presidencia del Club del Pueblo y era hombre que mantenía relaciones muy cordiales con Santos Guayama. Pero la pista política no conducía a ningún lado y se basaba en suposiciones”.

Pero en la calle la gente murmuraba otros motivos: “cuestión de faldas” ya que Videla tenía fama de ser muy galante con las mujeres.

Según la historia relatada por Bataller, el entonces vicerrector del Colegio Nacional, el chileno Vicente García Aguilera, se casó con Magdalena Videla, que era sobrina y pupila de Valentín Videla. Y al parecer del chileno, ambos tenían un romance.

Esto desató la furia de García Aguilera quien tramó el asesinato junto a su hermano Benjamín.

“En San Juan todos hablaban del crimen. Por sus características, se había transformado en la comidilla de lo mejor de la sociedad. Y no era para menos.

Un gobernador asesinado, vinculado con un asunto de faldas, yerno de un monseñor varias veces gobernador, una familia con varias muertes misteriosas, poder, dinero, política. Y una prensa furibunda y panfletaria representada por algunos periodicuchos. ¡Qué más se podía pedir!”.

Los culpables

La instrucción sumarial determinó que se había visto en el lugar del crimen al chileno Benjamín García Aguilera, hermano del vicerrector del Colegio Nacional.

Siguiendo el mismo relato, publicado en sanjuanalmundo.com, Benjamín era un conocido sujeto de acción vinculado a los montoneros, que respondía a Santos Guayama, quien había sido enérgicamente reprimido durante los gobiernos de José María del Carril y Valentín Videla.

Los investigadores determinaron que luego de cenar don Valentín solía visitar a algunos amigos para conversar hasta tarde, pero nadie supo decir a donde iba aquella noche.

“Se sabía que había muerto en el lapso que va desde que salió de su casa, antes de la medianoche y la madrugada, cuando fue encontrado. Y hasta se dijo que los autores materiales habían sido cinco o seis personas.

Los investigadores estaban desorientados. Pidieron un completo informe sobre el cadáver. Los doctores Amaro Cuenca, Facundo Larrosa, Guillermo Alexander y Miguel Echegaray fueron tan minuciosos que hasta presentaron análisis químicos de la víctima cuando era evidente que había sido muerto a golpes”.

Entonces, la policía detuvo a Benjamín García Aguilera, Juan López (conchabado de García Aguilera) y Juan López Montoro (encomendado para reunir a los asesinos).

“La investigación arrojó que en momentos que Valentín Videla caminaba por calle Ecuador (hoy Sarmiento) hacia el sur, fue detenido por el grupo e introducido por una puerta falsa que llevaba a la casa del chileno, donde fue ultimado a golpes. Luego sacaron el cuerpo a la calle.

Se supo también que el chileno García Aguilera y los López habían sido vistos varias veces juntos”.

En este relato, para la opinión pública estaba todo claro: el instigador del crimen fue Vicente García Aguilera y el ejecutor su hermano Benjamín.

“Con esta hipótesis las cosas cerraban. El vicerrector despechado se vengaba de Videla y Santos Guayama del gobernador que lo había reprimido”. 

Después de tres años del crimen, la causa se había paralizado por hallarse prófugos los implicados, el juez Rafael S. Igarzábal dictó sentencia y condenó a muerte al único reo habido: Juan López.

Pero esa sentencia fue revocada por el tribunal de alzada, integrado por Anacleto Gil, Guillermo Oro y Manuel García, quienes argumentaron que los testigos de la instrucción sumarial no se hallaban ratificados y no había pruebas.

Finalmente

En “Historia de San Juan”, Carmen Varese y Héctor Arias elogiaron la gestión de Videla, y respecto a su muerte dijeron: “Cuando nada lo hacía presumir, el gobernador don Valentín Videla fue asesinado por casusas no políticas, a dos cuadras de la plaza principal, en la madrugada del 13 de diciembre de 1872”.

La leyenda: Los ocho hijos del matrimonio Videla – Lima murieron en el período de 1860-1870, casi todos ellos en forma violenta. De esta manera terminó una generación completa de una familia tradicional sanjuanina.

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