¿El tero siempre fue un animal? Esta leyenda sanjuanina del tero, narrada por un ullunero, devela esa pregunta en pocas líneas cargadas de regionalismo.
La narración pertenece al libro “Cuentos y leyendas populares de la Argentina”, editado en 1984 con relatos recogidos de los lugareños en décadas anteriores y compiladas por provincias.
Se reproduce tal como fue publicada y contada por Policarpo Alfaro, de 80 años y habitante de Ullum, San Juan, en 1952; “campesino rústico. Buen narrador”, según la reseña del libro.
Como se aclaró en narraciones anteriores, se respeta el “decir” regional de Alfaro, tal como lo hicieron los recopiladores de historias en el libro.
El tero
“Había una vez un hombre muy rico y muy elegante, pero también muy jugador. Y ocurrió que cierta vez se jueron a jugar y jugó hasta los pantalones. Y se quedó el hombre en calzoncillos, levita y corbatín.
Jue tanta la vergüenza que tuvo, que el hombre se disparó hasta que llegó al monte y áhi se quedó solo. Al tiempo se convirtió en un pájaro y se ve que lleva esa mesma ropa.
Entonces empezó a gritar, y del grito le llamaron tero. En ese tiempo que los animales hablaban, les pasó un caso parecido a las vizcachas”.
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Poema de Ramón Callorda y Díaz
El teru-tero
En el extenso prado la pareja
Agudiza su extrema vigilancia,
Y en vuelo calculado, la distancia
El teru-tero de su nido aleja.
Cuida la esposa a la manera vieja
Con arrogante y suma petulancia
Su lecho que embalsama la fragancia
Que en el ambiente la gramilla deja.
Urde avizor su melopeya extraña
Cuando sitia el rebaño su Rochela
En medio de los campos extendida.
En penumbras se envuelve la cabaña
Cuando raya los cielos una estela
Donde hiende la fiebre de la Vida.
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