Un bosquecito de pájaros bobos, posiblemente los más altos de San Juan, reciben al visitante por el callejón que termina en la tranquera de acceso al camping Agua Negra, en Jáchal, donde instantáneamente uno se impregna de la energía de la montaña y el encanto de las vertientes.
Un bosque de sauces, pinos, eucaliptos y palmeras aportan la sombra vital para disfrutar del agua que, como un milagro, brota de las piedras y baja abundante hacia Niquivil, donde riega las plantaciones.
Son tres las principales vertientes que forman el arroyo Agua Negra, nombre que se ganó gracias al color que reflejan las piedras de su lecho, aunque el agua es absolutamente cristalina. Pablo González, encargado del camping, asegura que el caudal de las vertientes es el mismo durante todo el año.
Berta González, propietaria del camping, contó que el agua de las vertientes fue analizada y no es apta para el consumo humano ya que tiene minerales pesados.
Y aunque en la escuela nos enseñaron que el agua en inodora, incolora e insípida, en Agua Negra esa regla no se cumple: el lugar huele a agua fresca (no a humedad) aunque parezca inexplicable. Además, allí el agua se “ve” negra (aunque es cristalina en la mano), y su sabor es dulce, seguramente por su composición química.
Una pared de piedra, el cerro Viejo, aporta majestuosidad al lugar al tiempo que lo protege de los vientos. En ese cerro los cactus están florecidos, al igual que el resto de la flora autóctona, alardeando vida en la piedra.
El camping tiene una posada con habitaciones y 22 camas en total, cinco dormis con seis camas cada uno, un comedor, baños, área de acampe y 40 parrilleros con mesas y bancos de cemento.
En temporada alta, el camping da trabajo a unas 15 personas para las distintas tareas.
Esta maravilla de la naturaleza se encuentra a 11 kilómetros de San José de Jáchal y a 150 kilómetros de la Capital sanjuanina. Viajando desde Capital, se accede por Ruta 40, a metros pasando la rotonda que deriva a la ruta 150, doblando a mano izquierda.
Una historia familiar
Berta relata que su familia lleva más de 100 años en la localidad de San Roque, un poblado a 2,5 kilómetros del camping.
“Mis abuelos eran ganaderos, que era la actividad económica por excelencia de esos tiempos, y adquirieron muchas hectáreas en esta zona. El camping nació en la década del ’80 y por muchos años era un lugar al que llegaban los jachalleros y muy poca gente de la Ciudad”, dijo Berta.
En los primeros años del 2000, el camping Agua Negra se ganó una merecida fama y los viajeros llegaban no solo de San Juan sino de otras provincias.
Pero en el año 2006 un incendio consumió casi todas las construcciones y la vegetación existente. “Yo salía llorando en la nota del diario, perdimos todo y nos volvimos a levantar”, relató Berta.
Todos los esfuerzos humanos y económicos se orientaron a revivir el camping, y hoy cuenta con más sombra, más alojamiento y hasta con servicio de ambulancia y primeros auxilios en temporada alta.
El camping de Agua Negra es uno de los destinos turísticos más visitados del departamento Jáchal, y sin dudas, un lugar al que siempre se quiere volver.
Los alquileres de habitaciones parten de los $2.500 y es necesario hacer reserva al 264-5274450. El campinga reabre el viernes 18 de diciembre de 2020.
Sobre el recurso hídrico
Un documento publicado por la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (por sus siglas en inglés) proporciona valor al arroyo Agua Negra como único aportante de la cuenca Niquivil.
El documento señala que en San Juan el segundo valle en importancia es Jáchal, localizado al norte de la provincia, en la precordillera de Los Andes, bordeado por cordones montañosos, y a 1.200 m sobre el nivel del mar.
Sus tierras, aptas para la agricultura, se riegan con aguas del río homónimo y del total de su superficie sólo se encuentra bajo cultivo un 14 %.
En el valle de Jáchal la distribución del agua se organiza en tres cuencas: la cuenca Huaco-La Ciénaga, con 1.673 has con derecho a riego, abastecida por el dique Los Cauquenes, sobre el río de Las Carretas, y por algunas vertientes con tomas precarias.
La cuenca Niquivil, con 1.650 has con derecho a riego, abastecida por el Arroyo de Agua Negra a través de una toma precaria sobre el arroyo y conducida por un canal impermeabilizado. El sistema de riego es atendido por un celador, y se distribuye en forma “tendida”.
La tercera cuenca es la del río Jáchal. El caudal de este río es inestable a lo largo del año. El mayor caudal anual se produce en octubre. El máximo valor medido fue 4.200 l/s y el mínimo, 419 l/s.
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