Una loma albardonera se transformó en mirador natural desde donde el Cura Brochero, el primer santo argentino, contempla la inmensidad: al Este el imponente Pie de Palo, al Norte, la llanura de El Salado, y al Oeste el cercano Villicum.
El santo cordobés no podía pedir mejor ubicación para su nuevo oratorio, donde ya cumplió un año, allí los brocherianos colocaron la imagen en una gruta construida en un predio cedido por la Municipalidad de Albardón, pasando el balneario La Laja y antes del llegar a las aguas de El Salado.
“Esa lomita es un lugar que se destacaba en esa geografía, por un lado, es un mirador y más al norte hay un anfiteatro natural, un pequeño valle donde se proyecta construir un lugar de encuentros para hacer retiros, peregrinaciones, y celebraciones religiosas, siempre en torno al Cura”, contó Omar Páez, brocheriano a cargo de la difusión del grupo.
No se trata de cualquier imagen, esa es la primera imagen de Brochero que llegó a San Juan en 2013, realizada por Julio Icardona, un artista cordobés, famoso por sus imágenes de Brochero.
“Cuando se inicia la beatificación de Brochero, el padre Andrés Rivero, que era nuestro párroco, nos entusiasma con Brochero y nos empezó a meter en su vida. A mí me enamoró su obra y fue cuando hicimos el primer oratorio en la zona del viejo camino a Mogna”, dijo Páez.
Pero ese lugar quedó chico para los proyectos de los autodenominados Brocherianos de Albardón, además esa tierra era propiedad de una familia que había prestado el lugar para la gruta del santo.
Entonces, se gestionó y consiguió el predio actual donde aún falta que la municipalidad lo ponga a nombre de la asociación para poder llevar adelante el proyecto completo, la casa de retiro, para lo que también faltan los recursos.
“Para llevar a cabo este proyecto tendremos que constituir algo con marco legal y poder trabajar para recaudar fondos recordando que todo esto es totalmente voluntario”, aseguró Páez.
Cura Brochero en Albardón: un lugar de milagros
Ganando corazones de Albardón
Después de la pandemia se hizo una celebración multitudinaria junto a Brochero, un Domingo de Ramos.
En el 2023 se renovaron las actividades y la imagen del Cura peregrinó por distintas comunidades de Albardón y llegó a todo el departamento, eso despertó la devoción y el interés de conocerlo y saber quién era.
A principios de 2024 se realizó la primera celebración en la loma, fue con caravana, bicicleteada, y gauchos autoconvocados en torno a Brochero que son cada vez más. “Creo que en poco tiempo crearemos la Agrupación Gaucha Brocheriana, son gente muy solidaria que trabaja solidariamente, colaborando con todo; además la municipalidad de Albardón aportó para hacer el camino y la gruta. Claudia Reinoso encabezó este movimiento y lo sigue haciendo”, relató.
El frío no ayuda, pero los brocherianos propusieron reunirse el cuarto domingo de cada mes en el nuevo oratorio para hacer encuentros fraternos y poder difundir la vida del Santo que tiene un lazo fuerte con San Juan ya que fue amigo de Santos Guayama.
“Queremos que se conozcan las aristas menos conocidas de la vida de Brochero y continuar con su difusión. Vamos a constituir la Agrupación Brocheriana, que nunca tuvo cabeza visible ni comisión, y es un paso fundamental para continuar con este ambicioso proyecto”, contó Páez.
Las hermanas franciscanas de Albardón y los gauchos son los encargados del mantenimiento y limpieza del predio que ya cuenta con algunas plantas y cactus.
Mientras tanto, Brochero sigue produciendo milagros.
Páez contó el milagro ocurrido este año en un niño de 14 años, Jonás, que tenía una severa lesión en el brazo izquierdo, necesitaba ser operado. “Me llamó una tía del niño para llevarle el poncho de Brochero (reliquia de tercera clase) y hacer imposición y cuando llego a la casa veo la emoción de la gente, era un sábado y estaba la imagen de Brochero.
La mamá me mira y me muestra el brazo del niño, un brazo sano, y en la semana siguiente le hacían el prequirúrgico; lo vi con mis ojos como vi gente despertar de la terapia después de poner el poncho”, contó Páez.
Para este grupo, la fe en Brochero es sanadora y salvadora: “En este tiempo donde la fe es una necesidad, nos aferramos a la fe, y esta situación del país que nos atraviesa a todos, la fe nos muestra el camino”.
