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El Santo que eligió dónde quedarse y una iglesia que desafía al tiempo

Por fuera parece la misma iglesia, pero basta ingresar para descubrir una estructura remozada y segura. El templo San José de Jáchal es todo un símbolo del departamento y un espacio sagrado para los jachalleros; un lugar de milagros.

Repetida por la tradición oral, la historia relata que en el año 1690 unos arrieros transportaban varias cargas desde el Alto Perú (hoy Bolivia), a la ciudad de San Juan.

Hicieron noche en la villa cabecera de Jáchal y a la mañana siguiente reiniciaron la marcha con toda la tropa, a excepción de un animal que insistía en no abandonar el lugar.

Después de muchos esfuerzos lograron sumarlo a la fila de animales con su carga, “pero al menor descuido desandaba el camino y saliendo en su búsqueda lo encontraban en el lugar de partida”.

Los arrieros lo intentaron todo para entender que le pasaba. Si le sacaban la carga, el animal partía a la menor orden, pero cuando lo cargaban no quería moverse.

San José en su día, foto de Roberto Ruiz.

Entonces pusieron el ojo en la carga y allí vieron la imagen de San José, los rudos hombres entendieron que era una señal de Dios y que el Santo debía permanecer en ese lugar; desde entonces está en la iglesia de Jáchal.

La imagen del santo tiene un metro de alto, en su brazo izquierdo sostiene a un pequeño niño Jesús, mientras que en la mano derecha tiene una vara de azucenas, y sobre su cabeza luce una corona de plata. Originalmente el santo no estaba vestido, la túnica y el manto se hicieron posteriormente.

Este es el relato oficial, publicado en un folleto del Santuario Arquidiocesano San José de Jáchal.

Hoy la iglesia tiene algunas de las imágenes religiosas más antiguas y veneradas de San Juan. Fue inhabilitada, estuvo 10 años cerrada, y logró renacer entre sus propios escombros.

El Cristo Negro, otra joya de la iglesia jachallera.

La Iglesia matriz de San José de Jáchal, declarada Monumento Histórico Nacional por la Comisión Nacional de Monumentos en 1978, se transformó en símbolo para todos los sanjuaninos, un ejemplo de que lo viejo (aunque sea de adobe) tiene valor y debe preservarse para las futuras generaciones.

Entre sus tesoros se encuentran el Cristo Negro, traído desde el Alto Perú en 1783; la mencionada imagen de San José, patrono y protector de Jáchal, que llegó en 1690. Lo mismo que las imágenes de la Virgen de Cuyo y el Niño Jesús, del mismo origen.

El área de Cultura de la Nación, Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, reseñó que en 1616 se levantaba una capilla en el valle de Jáchal de Angacao.

El 25 de junio de 1751, el maestre de campo don Juan de Echegaray fundó la Villa y entonces asignó un solar frente a la plaza para el templo.

Placa conmemorativa en el atrio.

El edificio actual fue construido a instancias del dominico fray Moisés Vicente Burela. Las obras se iniciaron en 1874 y se inauguró el 8 de septiembre de 1878.

La iglesia tuvo varios problemas estructurales a lo largo de su historia. La fachada principal fue afectada por el terremoto de 1894, y su reconstrucción culminó en 1900. Otro sismo, el de 1944, produjo el derrumbe parcial de la nave central y otros daños, reparados en 1947.

La fachada principal del templo está orientada hacia la plaza. Su diseño tiene tres arcos integrados en tres paños que sostienen el frontón triangular del pórtico.

Realizada con los únicos materiales de construcción que se usaba en la época, el barro en adobes, la iglesia tenía muros de 1.20 m de espesor y la cubierta era de chapas sobre cabriadas de madera.

El ancho de las paredes originales del templo.

Adentro, dos líneas paralelas de 10 columnas cada una, definen el pasillo central que a su vez dividen el espacio interior en tres naves, de ornamentación muy austera.

La torre, separada del templo, fue construida en 1959 de hormigón armado.

En la sala parroquial juraron el pueblo y las autoridades el 15 de agosto de 1816, la Independencia proclamada en Tucumán. En el claustro anexo al templo funcionó el Colegio Fiscal de Varones, creado por Domingo Faustino Sarmiento cuando ejercía la Gobernación de la Provincia.

La misma, pero diferente

No sólo los sismos la afectaron, también las condiciones climáticas hicieron que, en 2011, el edificio mostrara signos de inestabilidad y las autoridades decidieran cerrar sus puertas para seguridad de los fieles ante un posible derrumbe.

Las paredes eran inseguras y el altar se había partido e inclinado.

Altar mayor.

El primer paso fue apuntalar la estructura existente y luego se comenzó a evaluar las soluciones a través de diversos estudios.

Se realizaron estudios de suelo, prospecciones, relevamientos y cateos en todas las partes constructivas y estructurales del templo. No faltaron las consultas interdisciplinarias con distintos especialistas, tanto dentro como fuera de la provincia.

En este proceso participó el Arzobispado de San Juan, las obras fueron financiadas por el Gobierno de San Juan, con la intervención de la Comisión Nacional de Monumentos.

Después de 10 años cerrado, en octubre de 2021 el templo volvió a la vida de los jachalleros remodelado y seguro.

El piso original con blindex para soportar el paso de los fieles.

Desde la gestión se informó que entre las consideraciones que se tuvieron en cuenta para la remodelación y reconstrucción del monumento histórico, se decidió mantener el frente de la iglesia, el altar y todo lo que es de adobe en el interior (que no porte peso), teniendo en cuenta filtraciones de agua que perjudicarían ese material.

Se dejaron cuatro paneles de blindex en sectores de paredes y piso (también era de adobe) que muestran el materia histórico, para que sanjuaninos y turistas puedan ver cómo era el templo original.

También se buscó preservar y poner en valor el edificio desde lo arqueológico, como las sepulturas de sacerdotes dentro del templo, que era la costumbre de aquellos tiempos.

La iglesia en plena reconstrucción.

Ese fue el caso de Patricio López del Campo que fue 28 años párroco de San José de Jáchal y cuando falleció, en 1940, fue sepultado en el atrio de la histórica iglesia.

Cuando, debido a las obras de restauración sus restos debieron ser trasladados al cementerio, el caballo que tiraba el carro se negaba a avanzar. Los que fueron testigos de este hecho aseguraron que fue algo sobrenatural y lo relacionaron con el mismo evento que hizo que la imagen de San José quedara en el pueblo para siempre.

Los restos del sacerdote volvieron a su sitio antes de la reinauguración del edificio.

Los jachalleros Mario Luna y Fabián Núñez, en una carta del lector publicada en Diario de Cuyo en 2021 destacaron: “La obra representa un valor agregado al turismo religioso y cultural de todo San Juan, en tanto, la reconstrucción significa consolidar un atractivo para el turismo de divisas que se siente atraído por lo diferente y trascendente”.

Placa conmemorativa, año 1952.

Señalaron que el turismo religioso y cultural se pone en valor con esta obra que “representa una alternativa válida ante la monotonía de la arquitectura moderna tan aferrada, la más de las veces, a las uniformes líneas frías de diseño inscriptas en las moles imponentes de cemento y de hierro que caracterizan a las ciudades modernas. El pueblo de Jáchal, con alegría, ha vuelto a habitar su casa espiritual”.

El templo se yergue orgulloso demostrando que es posible salvar al San Juan antiguo.

  • Cronología
  • 1601: Por disposición de Monseñor Juan Pérez de Espinosa, Obispo de Santiago de Chile, se estableció una «Doctrina» en el paraje indígena denominado «Jáchal de Angacao» (actual departamento Jáchal), pueblo de indios recién convertidos donde se hacía plática al pueblo explicando la doctrina cristiana.
  • 1690: Permanencia de la imagen de San José-
  • 1748: La Doctrina de San José y Viceparroquia se erige en «Curato» (Parroquia, territorio que está bajo la jurisdicción espiritual del Cura Párroco), por orden del Obispo de Chile Monseñor Juan González Melgarejo.
  • 1749: Es designado doctrinero permanente Fray Francisco Robledo y Frías.
  • 1751: Juan de Echegaray, fundador de San José de Jáchal, eligió a San José como Patrono de la población. De manera que el titular del Templo de Jáchal es el Patriarca San José.
  • 1783: Es traído desde Potosí la imagen del Cristo Negro.
  • 1792: El obispo de Chile Monseñor Juan González Melgarejo erigió en parroquia a San José.
  • 1815: En dependencias de la Parroquia funcionó una escuela de enseñanza primaria, la primera que hubo en Jáchal a cargo de Fray Diego Larraín.
  • 1816: El pueblo de Jáchal presta juramento, obediencia y fidelidad al Congreso de Tucumán en dependencias de la Parroquia (mayo).
  • 1817: en el mes de enero, el pueblo y Parroquia de Jáchal colaboraron con el General José de San Martín, el párroco José Gregorio Garfia, dona esclavos y fondos parroquiales.
  • 1817: Después de octubre, se celebra una Misa para dar gracias por el triunfo de San Martín en la Batalla de Chacabuco.
  • 1853: Se jura la Constitución Nacional en un acto sencillo pero desbordante de fe y patriotismo ante el Cristo Crucificado o Señor de la Agonía.