El origen del escudo de la provincia de San Juan puede establecerse el 13 de julio de 1911, al menos el inicio oficial y casi como lo conocemos actualmente. Ese día, la legislatura de San Juan sanciona la ley que fija las características y atributos definitivos del escudo provincial.
Éste es muy parecido al escudo nacional: ovalado, incluye dos brazos entrelazados que sostienen una pica con el gorro frigio. Está coronado por un sol incaico de 18 rayos y rodeado por dos ramas de laurel, unidas en su extremo inferior por una cinta patria.
En el libro “Cosas de San Juan”, Tomo III (1988), Fernando Mó reproduce las investigaciones del historiador sanjuanino César H. Guerrero, publicadas en “El escudo de la provincia de San Juan”, editado en 1963 por el Archivo Histórico y Administrativo.
“Este escudo demoró más de siglo y medio para fijar sus características definitivas. En 1816, José Rudecindo Rojo agregó a la bandera de la división sanmartiniana comandada por Cabot, un escudo bordado tomándolo del blasón aprobado por la Asamblea del año XIII”.
Y agrega Mó que eran tiempos propicios para estas actitudes “pues el 1 de marzo de 1820 San Juan consiguió su autonomía como provincia y es lógico que buscara tener escudo propio”.
Luego señala que el profesor Guerrero logró ubicar la primera documentación, 1821, en la cual se observa un sello-escudo ovalado con sol naciente, dos cuarteles, guirnaldas presuntivamente de laureles, manos entrelazadas, pica y gorro frigio, y en él se destaca en grandes letras la leyenda ‘Gobierno de San Juan’.
“Se puede afirmar que en 1821, sin poder precisar día ni mes, pero con características específicas definitivas, nace nuestro escudo provincial bajo el gobierno del licenciado Juan Antonio Sánchez, cuyo secretario general era don José María Echegaray.
Sea 1816 o 1821, cualquiera de los dos puede tomarse como año de la creación del escudo provincial. Lo cierto es, como dice Guerrero, que “San Juan ya provincia autónoma se había dado su blasón”.
Origen legal
Sin embargo, la partida de nacimiento del escudo provincial está fechada el 13 de julio de 1911, y la falta de detalles en su descripción dio lugar al Decreto ley N° 1-G de 1962, que modificó el artículo 1° de la norma de 1911 y especificó, entre otros detalles, que los brazos entrelazados estarían vestidos. Esta normativa fue finalmente aprobada por la Ley N° 3.004 de 1963.
El historiador Horacio Videla señala en su “Historia de San Juan” (1962) que durante los primeros meses de gobernación de Victorino Ortega se sancionó la ley estableciendo las características del escudo oficial de la provincia de San Juan.
Pero mucho antes, en una Real Ordenanza del 7 de noviembre de 1575, se solicitaba autorización “para incluir la imagen de San Juan Bautista en el blasón del fundador Juan Jufré usado por escudo”.
Sin embargo, señaló Videla, el emblema provincial comenzó a usar como escudo de la provincia el diseño original del sello de la soberana Asamblea de 1813.
“No existía uniformidad. Algunos diseños mostraban los brazos cubiertos por el hábito del misionero y por el uniforme militar, reminiscencia de la epopeya de la cruz y la espada cumplida por la colonización española.
Otros sustituían los ramos de laureles por uno de laurel y otro de olivo, no faltando la versión en que por detrás del óvalo asomaban los cañones de las guerras de la independencia y de la confederación en medio de banderas de los estados confederados”, escribió Videla.
Avatares
Para el análisis del historiador era obviamente necesario “alejar fantasías” y fijar un modelo, fue entonces cuando aparece primero el decreto de Ortega, refrendado por su ministro Martín Albarracín, y luego la ley promulgada por la legislatura.
La misma dispuso que el escudo heráldico de la provincia “es de forma elíptica en la proporción de 1,10 por 0,85, presidido por un sol meridiano con brazos entrelazados que sostienen una pica con el gorro frigio, orlado de laureles el conjunto”.
Pero esta definición oficial, en extremo lacónica, no alejó la anarquía: “mientras que algunos documentos y tallas en madera de la casa de gobierno y de la legislatura reproducían los brazos revestidos con el hábito misionero y el uniforme militar, otros elementos en circulación se atenían a los brazos desnudos”.
Según Videla, el fin de esta anárquica situación llegó con el decreto ley N° 1 G del 9 de mayo de 1962, suscrito por el interventor interino doctor Fernando Mó, a iniciativa del historiador César Guerrero.
Entonces se deja claro que los brazos están recubiertos por el paño misional y militar “con que se escribió nuestra historia”.
El sol incásico con 18 rayos y el óvalo circundado por dos ramos de laureles atados por la cinta patria símbolo de la argentinidad.
Simbolismo
El óvalo del escudo provincial está dividido en dos campos, azul el superior y blanco el inferior, que representan el cielo y las cumbres de la cordillera sanjuanina siempre nevadas.
Adentro, el sol naciente de mayo con dos brazos cuyas manos entrelazadas sostienen una pica o rollo con el gorro frigio de la libertad color rojo.
Los 18 rayos del sol representan a los departamentos en los que estaba organizada la provincia en ese momento.
Las ramas verdes aluden a la tierra cultivada, la victoria, el triunfo y la paz. Por su parte, los antebrazos se muestran vestidos por considerar que así es como debieron tenderse las manos quienes lucharon por afianzar la independencia y su forma enlazada da cuenta del deseo de unión. Finalmente, la cinta patria es símbolo inequívoco de la argentinidad.
El patrón del escudo provincial un fundido en plata blanca y oro amarillo y fue realizado por el Instituto Superior de Arte bajo la dirección del escultor Miguel Ángel Sugo; y se conserva en el Archivo Histórico de la provincia.
