Los movimientos en el Museo Arqueológico Calingasta, ubicado en la Villa Calingasta, causaron cierto revuelo entre los vecinos que no sabían que pasaba con el espacio que fue inaugurado en 2021.
Gladys Gonzáles, directora de Patrimonio de la Provincia, señaló que el año pasado la Municipalidad de Calingasta inició un expediente pidiendo la intervención porque querían remodelar el museo.
“El lunes se concurrió a este espacio con la directora del Museo Mariano Gambier (Claudia Mallea). Se inventariaron las piezas, se guardaron correctamente y quedaron depositadas en el mismo museo. Desde la Dirección de Patrimonio se llevaron adelante los procedimientos correspondientes de resguardo y protección según Ley 571=F. Luego que termine la remodelación serán expuestas nuevamente”, explicó la funcionaria del área.
Por su parte, Mauro Olivera, Director de Turismo y Cultura de Calingasta, explicó que la obra que se está realizando en el Museo Arqueológico apunta principalmente a la protección de la momia (hallada en Villa Corral), como también a catalogar las piezas exhibidas y agregarle información gráfica al guion museográfico, algo que no tenía.
“Lo primero que hubo que hacer es desarmar el tragaluz que tenía en el techo, justo encima de la momia, cosa que no corresponde ya que los rayos UV deterioran el proceso de momificación natural.
Se colocaron láminas de protección UV en los vidrios de cada una de las aberturas y también se realizó el inventariado y catalogación oficial de más de la mitad de las piezas exhibidas”, dijo Olivera.
Aclaró que todas estas tareas cuentan con la aprobación de Patrimonio de la Provincia y que la manipulación de las piezas es realizada por personal idóneo perteneciente al museo Mariano Gambier. “Todo esto con la aprobación de cada una de las oficinas idóneas y con competencia”.
El museo cuenta con piezas únicas de las culturas que habitaron ese suelo, cerámicas, tejidos, morteros, herramientas e instrumentos pertenecientes a las culturas de Ansilta, Calingasta y Morrillos.
Esta intervención no fue vista con buenos ojos por Juan Diápolo, el artista que tuvo a cargo el deseño del museo.