Un 17 de noviembre de 1901 se inauguró en la plaza 25 de Mayo, Ciudad de San Juan,el bronce en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, lo que significa que cumple 119 años; y esta crónica se refiere a todo lo que no te contaron de la estatua de Sarmiento.
El historiador sanjuanino César Guerrero recodó la fecha destacando que la estatua fue realizada en bronce con la efigie de Sarmiento sentado y dos niños que lo contemplan: “Sarmiento Educador”.
“Fue ejecutada por el escultor italiano radicado en nuestro país, Víctor de Pol, y es quizás la estatua más significativa por el motivo que la inspiró”, dijo Guerrero sobre la obra que había sido encargada por el gobierno de la provincia.
Por su parte, el historiador Horacio Videla, escribió en su “Historia de San Juan – Tomo VI”, (1990) que la noticia del fallecimiento de Sarmiento llegó por telégrafo a la provincia.
“El homenaje más sentido al hijo dilecto se le ha de rendir en la inauguración del monumento en la plaza 25 de Mayo, obra del escultor Víctor de Pol, el 17 de noviembre de 1901, gobernación del ingeniero David Chávez”.
Luego Videla relató que en el acto se cantó “el magnífico himno a Sarmiento” compuesto por Segundino Navarro con música de Francisco Colecchia.
Detalles del acto
En 1901 gobernaba la provincia el ingeniero David Chávez, quién habló en nombre de los gobiernos nacional y provincial.
En su libro “Cosas de San Juan”, Fernando Mó destacó que el día de la inauguración hubo 13 oradores, entre ellos tres sanjuaninos destacados: Segundino Navarro, Miguel Echegaray y Arturo de la Rosa Ponte.
En nombre del clero debía hablar el obispo Fray Marcolino Benavente, pero no puso asistir al acto ya que sufrió la noche anterior un ACV que lo postró durante algún tiempo.
El artista, Víctor de Pol, asistió al acto inaugural.
El diario “La Unión” publicó que “los festejos fueron magníficos, preparándose romerías, saraos y hermosos fuegos artificiales. La plaza se iluminó con gas, sin embargo hubo quejas de personalidades que se consideraron con derecho a ser invitadas y no lo fueron”.
También protestaron algunos miembros de la familia Sarmiento a quienes se ignoró. El gobierno hizo una declaración pública expresando que todas las omisiones habían sido involuntarias, por tanto debían disculpase.
Sobre la obra de arte
“Cuenta la historia que fue el mismo Sarmiento quien, en su última visita a San Juan, señaló -desde el balcón de la Casa de Gobierno que estaba en frente- el lugar donde quería que se ubicara su estatua”, publicó Juan Carlos Bataller en una crónica sobre la plaza 25 de Mayo.
En una conferencia realizada por Oscar Andrés De Masi sobre el Mausoleo de Sarmiento y las obras del escultor Víctor de Pol, ofreció algunos detalles del monumento realizado para la plaza principal de San Juan.
Comenzó elogiando el talento artístico de de Pol, y contó que había realizado en vida un busto de Sarmiento en su residencia en Buenos Aires.
“Acá de Pol ensaya la figura sedente (sentada) de Sarmiento Educador que le encargan para ser colocada en la plaza matriz de la Ciudad de San Juan.
Se la comparó en su momento con las grandes esculturas cedentes europeas, y luego se estableció una puja dialéctica para ver si era mejor ésta o la de Emilio Peynot que tenemos en el Rosedal, o la de Rodin (Auguste). Se habló de esta escultura”, dijo De Masi.
Por su parte, Mó contó que se decía que el niño ubicado a la izquierda del monumento es Augusto Belín Sarmiento, nieto del prócer e hijo de Faustina Sarmiento.
“Si está afirmación es cierta, el escultor debió tener a la vista sólo una fotografía del joven, pues en la oportunidad de la inauguración, Belin Sarmiento contaba 47 años”.
De Pol y Sarmiento
En un artículo publicado en la página del Museo Nacional de Bellas Artes reseñan que Víctor de Pol conoció a Domingo Faustino Sarmiento a través de su nieto, Augusto Belín Sarmiento, de quien el escultor era amigo.
“Ese vínculo le facilitó el acercamiento al maestro sanjuanino que posó para él en diversas oportunidades, hasta un tiempo antes de su exilio a Asunción del Paraguay, en mayo de 1888”.
Además, el escultor italiano realizó en bronce los grupos escultóricos para los monumentos de San Juan (1901) y Rosario (1911). A esto se agregan una medalla homenaje a Sarmiento en el marco de la inauguración -el 25 de mayo de 1900- del monumento de Auguste Rodin, para Buenos Aires, en versiones de plata y cobre.
También reseña el museo que tuvo a su cargo los relieves y el águila que corona el sepulcro de Sarmiento en el cementerio de la Recoleta.
La obra similar del mausoleo
De Masi relató que también de Pol realizó las obras del mausoleo de Sarmiento, declarado Monumento Histórico Nacional.
La obra cuenta con un obelisco romano sobre cuya cúspide se encuentra un cóndor de alas abiertas. El cóndor se posa con sus garras activas sobre un libro que dice “Civilización y barbarie”.
“Los dos relieves son de de Pol. Sarmiento está sedente con niños y esto es viñeta, no alegoría, porque son personajes figurados”, destacó De Masi.
Acá el tratado del artista es igual al que realizó en la estatua de la plaza 25, un Sarmiento rodeado de ocho niños y con la frase que escribió en Zonda: «On ne tue point idees’ o “las ideas no se matan”.
“Sarmiento está sentado, concentrado, atento a la lectura de los niños que lo rodean. Y miremos estos detalles: hay un niño descalzo, parece un niño indio, este otro tiene alpargatas tipo vasco, es un niño rural. Con esto nos dice que la educación para todos y es un logro expresivo de de Pol”, señaló De Masi.
Y luego la frase que dice: “Una América toda, asilo de los dioses todos, con lengua, tierra y ríos libre para todos”. Frase que escribió Sarmiento para su propia tumba y que fue colocada en su mausoleo a los dos años de la muerte.
La maniobra de Bravo
En oportunidad del centenario de la muerte de Sarmiento, 1988, el entonces senador Leopoldo Bravo promovió una ley que el Congreso sancionó en el mismo ejercicio, autorizado el traslado a San Juan de los despojos mortales de Sarmiento.
El historiador Videla acotó un dato no menor: el mausoleo de Sarmiento en el cementerio de la Recoleta está “no lejos del sepulcro de Facundo Quiroga”, el caudillo al que Sarmiento le dedicó su libro “Facundo”, y su antítesis en ideas políticas.
La idea de Bravo era que Sarmiento descanse en el mausoleo de la capital sanjuanina que guarda las cenizas de su madre, Paula Albarracín, construido por Segundino Navarro.
La iniciativa de Bravo nunca se llevó a cabo, después de todo el mausoleo de Sarmiento es el segundo más visitado en Recoleta, después del de Eva Perón.
Huellas de una balacera
El 21 de febrero de 1934, gobernaba San Juan Federico Cantoni. Por entonces, la casa de Gobierno estaba ubicada frente a la plaza 25 de Mayo, sobre calle General Acha entre Rivadavia y Mitre (después del terremoto del ’44 fue destruida y trasladada).
“Al mediodía, cuando salía en su auto el gobernador, se produjo la balacea cuyo recuerdo tenemos en la misma estatua de Sarmiento. Me han relatado los obreros que han trabajado en ella, que no sólo tiene el agujero de un proyectil en la nuca nuestro querido Sarmiento sino que tiene más en la parte dorsal”, contaba en una crónica la profesora María del Carmen Reverendo.
Los agujeros siguen ahí, para los incrédulos.