Una familia, un colectivo, varias rutas y mucha aventura

Cuando en el 2014 Oscar y Julieta decidieron dejar la capital sanjuanina en pos de un sueño en la villa cabecera del departamento Valle Fértil, muchos les dijeron que estaban locos. Es que se instalaron en el camping municipal que llevaba años abandonado con la meta de hacerlo resurgir.

Con Valle Extremo no solo lograron resucitar el camping y transformarlo en un imán, sino que llevaron al departamento nuevos atractivos turísticos, varias actividades de esparcimiento y deportivas para toda la familia; bar y restaurante.

Después de ocho años, Oscar “el Negro” Reinoso, Julieta Yáñez, y sus cuatro hijos decidieron emprender una nueva aventura: en un colectivo adaptado van a recorrer toda la provincia llevando la bandera de Valle Extremo.

La ides es salir en marzo y después de viajar por San Juan quieren conocer el país promocionando a la provincia y a Valle Fértil. Es que cuando hay sueños y ganas todo es posible.

En este “Valle Extremo Móvil” planean llevar lo necesario para poder vivir ofreciendo actividades como por ejemplo una pared de escalada, mientras ellos mismos se transforman en turistas.

“Es como un circo donde se trabaja y se viaja”, dijo el Negro con una emoción que no puede disimular.

Mientras que Julieta, más cauta, le pone igual el cuerpo y alma a este sueño, sabe que no será fácil pero vale la pena.

El colectivo adaptado donde viajará la familia Reinoso Yáñez.

¿Cómo surgió la idea?

La pandemia fue una bisagra para el mundo, también para la familia Reinoso-Yáñez. Es que después de muchos años trabajo y de haber logrado grandes cosas en el Valle y en el camping, a inicios de 2021 tuvieron que cerrar porque no se les permitía recibir gente.

“Fue durísimo. Habíamos logrado transformar esto que era solo un camping en un complejo deportivo y cultural, hasta con escenario para artistas locales.

La pasamos mal, no teníamos ingresos, no podíamos compartir con amigos, sabemos que le pasó a todos pero el turismo fue lo más golpeado”, contaron.

Julieta agregó que “con lágrimas en los ojos” decidieron cerrar y ahí nació la idea de salir al mundo. “La pandemia nos hizo revisar este otro sueño y nos decidimos a hacerlo”.

Pero esto no significa tirar por la borda sus logros y la administración del complejo Valle Extremo queda a cargo de un amigo y mano derecha, Luca Pallucchini, para que lo continúe y potencie.

Se hace camino al andar

Aún queda mucho trabajo en el colectivo-casa rodante. La idea es sumarle paneles solares y hacer una unidad autosustentable y amigable con el medio ambiente. Una filosofía que los chicos defienden desde hace años.

Ámbar, la hija más grande, tiene 10 años; le siguen Luján de 8, Ivo de 6 y Alena de 3 años.

Julieta contó que los chicos en edad escolar van a tener clases a distancia por internet, tal como hicieron todos los niños durante de la pandemia. “Por suerte encontramos una escuela muy abierta que tiene este sistema muy aceitado. La idea es que no pierdan años de escuela”, dijo.

calle extremo

“Compartimos el trabajo con nuestros hijos, se han criado acá, lo han mamado, y ahora están muy contentos con esta idea de vida itinerante. Esta etapa es muy divertida”, agregó Oscar con su sonrisa más grande.

Al servicio que ofrecerán en cada pueblo que visiten, sumarán la venta de merchandising y  regionales de Valle Fértil. Y aunque aún no hicieron gestiones, saben que necesitarán golpear algunas puertas para tener sponsors que les permita vivir cuando por cuestiones climáticas u otras no puedan desplegar sus atractivos.

“Sabíamos que si no lo hacíamos ahora que los niños son chicos, después será más difícil. También sabemos que no es un estilo de vida fácil, pero estamos muy contentos, esto es cumplir un sueño”, aseguró Juli.

Con ellos, Valle Fértil y San Juan tendrán unos promotores de lujo en las rutas argentinas.