En el 2015 Manuela García se puso el traje de emprendedora y comenzó a elaborar las cremas para el rostro y manos que desde hacía tiempo producía para ella misma pero con la meta de venderlas.
Dos años después presentó su proyecto de cosmética natural y artesanal y ganó uno de los subsidios para la minería artesanal, programa que puso en marcha esta gestión de gobierno a través del Ministerio de Minería. Es que sus mascarillas nutritivas y regeneradoras usan arcilla de la zona de Pismanta, en el departamento Iglesia donde nació la fábrica de cosmética natural.
Este año, su marca Essencials ya tiene catálogo y además de vender por internet a través de las redes sociales también tiene productos en una casa naturista ubicada en Capital.
La relación precio-calidad de sus productos es óptima por eso sus cremas, mascarillas y esencias se venden como pan caliente.
