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Cascada Santa Clara: agua entre cerros de belleza extraordinaria

Ubicada en el cordón Santa Clara, de donde toma su nombre, una cascada de unos 10 metros de alto sorprende al visitante, en una zona con apenas 2 casas a 30 kilómetros del pueblo más cercano.

Ese salto de agua, luego de un corto descanso en una meseta, sigue su curso unos 5 metros más abajo hasta el lecho donde forma el arroyo que más adelante llaman Pedernal, y que atraviesa esa localidad del departamento Sarmiento, en la provincia de San Juan.

La cascada Santa Clara se transformó en los últimos años en uno de los lugares  preferidos de los sanjuaninos para hacer trekking, porque además de hacer ejercicio caminando cerro arriba, bordeando el arroyo, hay un premio mayor: llegar y contemplar el hermoso espectáculo del agua.

El circuito que todos hacen es el corto, desde el puesto Santa Clara de arriba, enclavado un vergel que parece extraído de los Alpes Suizos, solo que sin nieve. Desde ahí, caminando media hora por el lecho del río se llega a la cascada.

Pero también está la opción larga, que es caminando desde el primer cruce del río que atraviesa la Ruta 153, es imposible perderse porque allí, al costado de la ruta, vive un puestero (así se le dice a quien cría cabras). Desde ese lugar se tarda 1 hora con 20 minutos en llegar a la cascada y la experiencia es más enriquecedora. En este primer tramo el río habla otro idioma y por debajo de la voz cantarina del agua aparecen unos sonidos graves que indudablemente dicen algo a quien quiera oír.

También los cerros ofrecen otro espectáculo muy distinto y aparecen en formaciones coloradas, con vetas raras, muy diferentes a los de arriba. La observación y la fotografía influyeron en el tiempo que tomó llegar a la cascada.

En este primer tramo también los olores eran especiales y costó identificar un aroma nuevo, una mezcla de malvón con tierra mojada y anuncio de lluvia. En marzo, la flora estaba en modo protagonista: gordos cardones de espinas rojas, verbenas amarillas y cardos con flores violetas que es mejor no tocar (tienen espinas por todos lados). Todo acompañado con abundantes jarillas y cortaderas.

Mientras tanto, los caminantes se van cruzando y saludando como si fueran vecinos: familias con chicos, parejas, grupos de amigos, el flujo es intenso los sábados y domingos.

Una formación antigua

Según los geólogos que estudiaron estas formaciones, el cordón Santa Clara tiene elementos del Triásico.

En “Contribución al conocimiento geológico de Santa Clara, provincias de Mendoza y San Juan (zona limítrofe)” (1945), Dante Nesossi aseguraba que Santa Clara está dividido en dos porciones: la basal de mayor extensión, está compuesta por areniscas cuarcíticas y pizarras carbonosas verde oscuras. Y la superior, a los pies del Cordón del Tontal, la forman los renombrados esquistos bituminosos finamente estratificados de color gris claro en la superficie y negros al fracturarlos.

Tiempo después, estudios de Ana María Zavattieri publicados con el título “Palinología del Triásico del área de Santa Clara”, señalaba que en dicha área los sedimentos triásicos constituyen los mayores exponentes dentro de la Cuenca Cuyana.