¿Con qué se encontró Juan Jufré cuando llegó a “San Juan de la Frontera”?

Mucho se ha leído sobre Juan Jufré y la Fundación de San Juan, lo que dice el acta y el posterior traslado del primer asentamiento español, pero ¿con qué se encontró Jufré cuando llegó a “San Juan de la Frontera”? ¿Cuál era el paisaje? ¿Cómo vieron a los nativos que lo poblaban?

En el libroHistoria de San Juan”, Carmen de Varese y Héctor Arias relatan que el valle presentaba un río torrentoso, el río San Juan, que nace en Los Andes y no recibe alimentación permanente en superficie al salir de la precordillera. Luego el bolsón (como le llaman al valle del Tulum) siempre presenta zonas “medanosas y salitrosas”.

“El ambiente que encontró Juan Jufré es algo distinto al actual, se han modificado condiciones. ¿Cuáles? El río tenía entonces dos entradas al bolsón, una por el valle de Zonda que aprovechaba en las crecidas, y la otra, la de Marquesado”.

mapa del siglo XVI
Mapa de siglo XVI

Luego señalan que el cambio de curso Zonda-Marquesado es anterior al hombre, y que por razones de carácter geográfico esos cambios de salida del ámbito montañoso y entrada al valle han hecho que el río del Valle de Tulum pueda esculpir a varios cursos antes de desaguar en el complejo de Lagunas de Guanacache.

“El arco del río era similar al actual, había llegado a la expansión máxima hacia el Norte. Juan Jufré hizo el reconocimiento de la región a fines de mayo y hasta el día de asentar la población. No se puede determinar con precisión por dónde entró Juan Jufré al valle, se supone que tomó la ruta indígena hasta Guanacache y luego siguió el río hasta el arco Norte y allí levantó el real, en lo que  actualmente es Chimbas”.

Exploración del terreno

Varese y Arias aseguran también que hasta el día de la fundación, El conquistador se dedicó a explorar hacia el Este y fue a dar a “una de las peores regiones de San Juan para el asentamiento, que es la existente entre Pie de Palo y el extremo de la Sierra de la Huerta, región completamente desértica”.

Cuando Jufré regresó, determinó el lugar de la fundación en lo que hoy conocemos como Concepción.

Imagen publicada en el libro de Varese y Arias.
Imagen publicada en el libro de Varese y Arias.

¿Por qué Concepción y no otro lugar? Albardón por ejemplo, el alto de Albardón, es un cono de material fino que está por encima de las deposiciones gruesas del río que se ha generado al cambiar el río de boca de salida. El derrame del agua con sedimentos del gran lago de Ullum – Zonda se extendió ampliamente por los actuales departamentos de Albardón, San Martín, Angaco y Caucete”.

Entonces, los autores concluyen que si Jufré hubiese elegido el alto de Albardón para asentar la población dejaba al río de obstáculo, es decir que en el caso de necesitar defensa la población (por levantamiento de los indios, y aclaran que no hay que olvidar que el asentamiento fue más bien militar), hubiera estado cercana al camino de Mendoza.

“Ubicada en el Sur corría el peligro de las inundaciones dentro del mecanismo de curvas y viejos cauces que tiene el río, colocó la población en un pequeño alto cercano al mismo entre dos cauces secos. Con todo el aparato jurídico imperante, se cumplió el acto de la fundación”.

mapa de la fundación
Mapa de la Fundación publicado en el libro de Varese y Arias.

Por entonces el lugar elegido ofrecía leña, tierras aptas para el cultivo y repartible entre solares y estancias. “… el muy magnífico señor Don Juan Jufré, teniente de gobernador y capitán general en estas dichas provincias de las demás comarcas hasta el mar del Norte, reza el acta de fundación en representación del muy ilustre Señor Francisco de Villagra, mariscal gobernador y capitán general de los reinos de Chile y de Felipe II, su rey”.

Fueron las bases de la ciudad que llamó San Juan de la Frontera, a orillas del río Tucuma, hoy río San Juan, la ubicó en un sitio expuesto a las crecidas, el 13 de junio de 1562.

Otra visión de la fundación

María Merlo de Bustos escribió el libro “Estudio comparativo de las colonizaciones extremas de América, País de Cuyo”. Allí asegura que cuando fundaban ciudades los españoles “no se preocupaban de elegir el lugar más apropiado, como lo prueba la fundación de Mendoza, por Pedro del Castillo en 1561, trasladada por Don Juan Jufré con el nombre de Resurrección en 1562, al lugar en que estuvo hasta su destrucción por el terremoto de 1862”.

escudo de Juan Jufré
Escudo nobiliario de Juan Jufré (libro de Varese y Arias)

De Jufré señala que fundó en 1562 San Juan de la Frontera en el lugar que hoy llamamos Pueblo Viejo, Concepción, la que también fue trasladada por el hijo del fundador, Luis Jufré, al lugar en que actualmente existe.

“Este país era habitado por los huarpes, sumisos y de trato suave, que fueron repartidos en encomienda a los encomenderos para saciar el afán de atesorar fortuna.

Tratados bestialmente, forzados a abandonar sus familias, que la mayoría no volvió a ver más, y a dejar sus cultivos y pasar la cordillera a pie para ir al trabajo forzado de las minas de Chile y poder pagar el tributo sirviendo 178 días”.

Merlo de Bustos califica este desarraigo como “conscripción civil, que bajo el nombre de mita, yanacona o encomienda fueron sometidos los indios para morir a millares, forma la página más negra de la historia de la conquista española”.

deportación de los huarpes
Deportación de los huarpes, obra de Raffaele Beretta

Sobre los huarpes

En el libro “Anales del Instituto de Etnología Americana”, editado por la Universidad Nacional de Cuyo, año 1946, tomo VII, hay varios capítulos destinados a los huarpes.

Interesa el de Salvador Canals Frau, “Etnología de los huarpes, una síntesis”, en el que despliega las descripciones realizadas por los primeros hombres que escribieron sobre los nativos de esta tierra, generalmente sacerdotes que viajaban con los españoles.

“Los huarpes fueron un pueblo simpático, poco belicoso y dignos sin duda de una suerte mejor que la que les deparará el destino. Por esta razón creemos que la empresa de tratar de establecer clara y definitivamente cómo eran ellos, cuál su aspecto físico, su cultura, su lengua y su historia, ha de ser la mejor justicia que póstumamente les podamos hacer”, señala Canals Frau.

huarpes de Roig Matons
Los huarpes de Lagunas de Guanacache, dibujados por el catalán Roig Matons, 1930.

El sacerdote chileno Alonso de Ovalle fue el segundo de los cronistas que se ocupó de los aborígenes de Cuyo, miembro de la Compañía de Jesús.

“Generalmente son más velludos y bárbaros que los de Chile, pero no dejan tampoco crecer la barba sino que se la pelan. Son casi todos bien tallados, bien puestos galanes, de cuerpo bien ajustado, de buen ingenio y habilidades.

Las mujeres son delgadas y muy altas y en nación ninguna las he visto jamás que lo sean tanto. Se pintan la cara con un color verde, inseparable de su tez por estar penetrado con ella. Lo ordinario es pintarse solamente las narices, algunas pintan también la barba y labios, otras toda la cara. Visten decentemente así mujeres como hombres y aquellas dejan crecer el cabello cuánto pueden, y estos sólo hasta el cuello”.

Luego continúa Ovalle: “Son muy sueltos y ligeros y así tragadores de leguas que andan a pie muy a la larga sin cansarse demasiado. Los he visto algunas veces subir y bajar los asperísimos montes de la cordillera como si fueran gamos.

Y no sólo los hombres, sino también las mujeres y los niños, y lo que más es cargadas las mujeres con sus hijos en las cunas las cuales sujetas a un ancho fajón que atraviesan por la frente, las dejan caer por las espaldas.

Y con todo aquel peso que viene colgando de la cabeza sobre el cuerpo, que para esto y para mayor comodidad del niño llevan curvado, caminan y siguen el paso de los maridos con tanto desembarazo y agilidad que admiran”.

mujer huarpe
Mujer huarpe según Roig Matons.

También destacó el jesuita una de las habilidades de los huarpes: “No dejaré de decir una singularísima gracia que dio Dios a estos indios y es un particularísimo instinto para rastrear lo perdido o hurtado”.

Salvador Canals Frau retoma su relato señalando que en sus propios estudios había denominado  huárpido a los caracteres principales de estos nativos: estatura relativamente alta, cabeza y cara alargada, alta bóveda craneana, pilosidad normal, y tono obscuro de la epidermis.