Cual soldado de terracota chino, desafiando al tiempo y a la muerte, un árbol que parece centenario custodia las ruinas de la ex bodega Las Lomas, en Ullum, la misma que quedó bajo el agua con la construcción del dique.
No compite con el árbol de las raíces de La Majadita, Valle Fértil, porque el eucalipto ullunero tiene su propia historia, aunque también sorprende mostrando sus largas raíces descubiertas después de los años que estuvo semicubierto de agua cuando el dique tuvo su cota máxima.
Ahora, tras casi 10 años de sequía, el árbol y las ruinas quedaron expuestos, resistiendo en soledad.
Se trata de un ejemplar enorme, de más de 10 metros de alto, hojas bien verdes y tronco impresionante. Pero lo que llama la atención son sus raíces desnudas que abrazan el tronco muerto de otro árbol y avanzaron sobre los restos de una construcción de ladrillo.
Nadie se explica cómo el árbol se salvó de la destrucción que se llevó a cabo cuando todo ese predio se limpió para el llenado del dique con agua. Por entonces, hubo una demolición de estructuras que incluyó a la bodega, la casa patronal, la escuela, y las viviendas de los trabajadores, unas 100 casas.
La energía del árbol es notable si uno se sienta en sus raíces; sólo se escucha el sonido del viento y paz.
La postal es magnífica; un motivo más para visitar las ruinas antes de que el agua vuelva al dique de Ullum.
Un árbol único que parece subsistir sólo para ser símbolo de la resistencia del pueblo ullunero.
Como llegar: por la entrada al dique, la misma que lleva a las ruinas de la bodega, ubicada en el lateral del monumento de entrada de Ullum en Villa Ibañez. A solo cinco minutos por esa huella se llega al árbol.