El Pie de Palo, esa serranía ubicada al Este de la Ciudad de San Juan, ha sido fuente de inspiración de muchos cuentos y leyendas. Sobre su origen hay tres versiones más difundidas.
En una de ellas, un cacique perdió un pie luchando contra un puma, y en la otra, un indio gigante peleó por su tesoro escondido y perdió el pie. En ambos casos, terminaron usando un pie de palo que dio origen al nombre de la serranía.
Esta es la versión que dejó Pedro Echagüe:
En esta serranía había una misteriosa cueva que en tiempos lejanos era habitada por un hombre de porte gigante quien haciendo gala de su fuerza extraordinaria exigía a los indios que le pagaran un tributo en oro que almacenaba en su cueva.
El colosal hombre era el dueño absoluto del lugar, pero en una ocasión tuvo que enfrentar a un rival tan enorme como él que pretendía despojarlo de su poder y riqueza.
Tuvieron una feroz lucha en la que el primer gigante salió triunfante, sin embargo perdió uno de sus pies el que tuvo que reemplazar por un tronco de algarrobo. Así pudo continuar como el amo de los cerros al que los habitantes llamaron “el gigante de pie de palo”.
Otra versión
La otra versión de esta leyenda que figura en algunos antiguos manuales relata que en la sierra que hoy conocemos como Pie de Palo existió hace muchos años una tribu huarpe que constantemente era atacada por un feroz puma.
Era tal el terror que producía en la tribu, que su propio cacique salió a perseguirlo. Lo rastreó por las quebradas hasta que lo encontró.
El valiente cacique pudo derrotar al puma pero sufrió graves heridas en el cuerpo y su pie izquierdo quedó casi desprendido.
Para salvarle la vida tuvieron que amputarle el pie y reemplazarlo por uno de madera de algarrobo, árbol que abundaba en la zona. Desde ese momento fue llamado por todos, cacique Pie de Palo.
Pero hay otra historia que mezcla las dos anteriores y señala que el mismo cacique que mató al puma tenía su oro escondido en el cerro.
Cuando llegaron los españoles y se enteraron del tesoro escondido quisieron quedarse con él, pero el cacique estaba dispuesto a luchar hasta el final.
Luego de una intensa pelea y buscando alivio a su dolor, el huarpe se recostó entre las piedras estirándose cual largo era y allí murió.
Por la valiente defensa de su pueblo, Hunuc Huar, el dios de los huarpes, lo transformó en piedra y le dio gran altura.
Desde ahí, el cacique Pie de Palo vigila el tesoro y a su gente convertido en un gigante que nadie podrá mover de su tierra. Mientras que su pie de palo vaga solo por las sierras produciendo un bramido amenazador.
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