La sierra Pie de Palo siempre sorprende. Ese conglomerado de cerros que pertenece al sistema de las Sierras Pampeanas (mucho más antiguo que la cordillera) tiene una conexión directa con los huarpes, quienes dejaron grabados en sus rocas símbolos que trascienden el tiempo.
El Pie de Palo tiene vertientes, minerales, tiene sus cactus florecidos en octubre, pero por sobre todo, el Pie de Palo tiene magia.
En una jornada de dos horas de trekking junto a los guías de KunturTrek, el Pie de Palo abrió sus brazos generosos y no se guardó nada.
Primero regaló las enormes flores blancas de sus cactus, también las rosadas más pequeñas, y las amarillas flores de la Brea. Luego, hechizó con sus cerros coloridos y sus piedras perfectas, lajas brillantes, cuarzos transparentes, deslumbrantes.
Apareció una cantora calandria que acompañó la caminata en un tramo, justo donde había que estar atento para apreciar una geoforma inmediatamente bautizada como “el indio”.
Después el cerro obsequió entradas a su museo a cielo abierto, con sus paredes de arte rupestre; y luego dio albergue en la cantera El Quemado, cobijando al grupo como una madre amorosa.
Esta parte occidental del Pie de Palo es quizás una de las más conocidas y estudiadas, en parte porque es la más cercana a la Ciudad, y era también la más accesible a los huarpes cuando ocupaban los terrenos llanos, cerca del río San Juan. Las famosas tierras del Cacique Angaco.
Esta serranía ocupa parte del departamento Caucete, de Angaco y San Martín. Alcanza una extensión de 71 kilómetros y su altura media es de 3.000 msnm.
El lugar del trekking se encuentra a 19 kilómetros de la Villa del Salvador, departamento Angaco, accediendo al circuito desde la calle El Bosque.
La recomendación es ir a estos lugares acompañados siempre por expertos, porque es fácil perderse y toda esta zona es la pura expresión del desierto sanjuanino, no hay agua.
Es un circuito que no tiene dificultad.
Sobre los petroglifos
Las quebradas de la vertiente occidental de la Sierra Pie de Palo y sus petroglifos fueron declarados en 2001 como bien patrimonial.
Las manifestaciones de arte rupestre fueron consideradas “Monumento Histórico – Artístico, Sitio Histórico y Sitio Arqueológico”, en conformidad con la Ley Provincial N° 6.801 que regula la protección del patrimonio cultural y natural de la provincia.
Hay investigaciones sobre los petroglifos en general del Pie de Palo, desde El Baño del Indio, que ya visitó Destino San Juan, hasta la Quebrada Seca y aún más al Norte.
Los pueblos originarios señalan en la actualidad que el Pie de Palo no solo fue fuente de alimento y agua para los antiguos huarpes, sino que fue también depositario de sus rituales.
En el arte rupestre de esta zona, los dibujos más cercanos a la cantera El Quemado, predominan las imágenes de camélidos ya que la zona era de intensa caza.
El jesuita español Alfonso de Ovalle relató que el método huarpe para cazar consistía en seguir al animal trotando constantemente durante 2 o 3 días (casi sin beber ni comer) al cabo de los cuales el animal, agotado, nada podía hacer para evitar su captura.
El mismo sacerdote describió a los huarpes como delgados y altos, de piel muy oscura, que corrían con gran velocidad y resistencia. Usaban el cabello largo adornado con plumas. Se pintaban el rostro en ocasiones de ceremonias con líquidos vegetales.
Pero en las rocas también hay serpientes, hombres y otras abstracciones. Allí utilizaron la técnica de picado para dibujar.
La investigadora en arte rupestre y cerámica indígena, Adriana Varela, señaló respecto a los petroglifos de Angaco:
“Debemos romper nuestra concepción separada del tiempo: son imágenes, son bajo relieves, son esculturas, lugares de alojo ante nuestro clima hostil (una arquitectura sin techos pero que están destinados a habitar).
Son una señalética también ya que se encuentran en lugares estratégicos, marcando postas de rutas de intercambio, lugares de pastoreo y cacería”.
El mineral de El Quemado
A pocos pasos de los petroglifos se encuentra la caverna de El Quemado, una cueva artificial realizada durante la explotación de piedra cuarcita de la zona, actualmente abandonada.
Allí cerca aún resiste la casa de block de los obreros.
Según la publicación “Carta de Minerales Industriales, Rocas y Gemas de San Juan”, publicado por el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), el sector occidental de la sierra de Pie de Palo se caracteriza por la presencia de una potente secuencia metamórfica.
La misma está formada por esquistos cuarzosos, anfibólicos y calcíferos (Cuarcita El Quemado) y mármoles (Caliza Angaco) del Grupo Caucete, de edad proterozoica superior a paleozoica inferior.
Estas canteras se han desarrollado en las últimas décadas.
Geología del depósito: El yacimiento El Quemado está integrado por bancos de cuarcita esquistosa (Cuarcita El Quemado) de color gris verdosa. Los afloramientos se extienden aproximadamente 700 metros en dirección N-S y 350 m en dirección E-O.
La cuarcita, según los manuales, es una piedra natural de origen metamórfico formada mayoritariamente por cuarzo, una roca arenisca de extraordinaria dureza.
Cuando la piedra arenisca de cuarzo se expone a condiciones de temperatura y presión cambiantes, se produce el metamorfismo y se convierte en cuarcita. También hay cuarzo y feldespato en la zona.
La cuarcita puede usarse como material de construcción (áridos y rocas ornamentales), pero también se la puede utilizar en la industria del vidrio y la cerámica. Al ser tan dura, resiste mejor a la abrasión en peldaños de escaleras, baldosas y encimeras.
Existen cuarcitas de varios colores: la más pura es blanca, pero el óxido de hierro puede producir manchas rojizas o rosadas, mientras que los granos minerales oscuros pueden darle un color gris.
Su solidez y resistencia a la abrasión son superiores a la mayoría de los otros materiales.
Mucho se aprende en una sola caminata segura, junto a los guías Raúl Romarión, Mario Gonzáles y Ariel Nievas.
Al final del circuito, el Pie de Palo despidió a los visitantes con toda su energía y con las ganas de volver, siempre.
Kuntur Trek: responsable, Raúl Romarión, teléfono 0264 – 4452345