llantén

Llantén: crece como hierba silvestre y es 100 % medicinal

En el fondo de la casa o en los campos crece solo y se confunde con la maleza. El llantén crece como hierba silvestre y es 100 % medicinal.

Sus virtudes curativas se reconocen y emplean desde tiempos remotos y es hora de volver a ponerlo en valor.

El herbolario oficial de Destino San Juan, Pedro Pascual Ramírez, escribió en 1907 el libro Contribución  la historia geográfica de San Juan, y en él incluyó el capítulo “Algo sobre flora indígena” donde reseñaba que el llantén tiene varias propiedades.

“Con el zumo de la hoja fresca y vino tinto, las ‘médicas’ (curanderas) preparan una bebida para curar la sífilis. También las usan en forma de parches colocados en las sienes para curar los dolores de cabeza; otras veces lo dan en forma de té contra la fiebre”, decía Ramírez.

Existen dos tipos, el llantén mayor y menor que se diferencias por el tamaño de sus hojas. El más usado y el más estudiado para fines medicinales es el llantén mayor.

Al parecer es originario de Europa y Asia, y fue introducido a América y otras regiones del mundo.

Sus nombres comunes son: alpiste, ballico, cañamón, cinco venas, gitanilla, grana, hierba de las siete costillas, hierba de las siete venas, hoja de lanté, hoja del antel, lanté, lantel, lantel del gordo, lantén, lengua de carnero, lengua de oveja, entre otros.

Llantén en la medicina tradicional

En el libro “Citotoxicidad de Plantago major L.”, de Gálvez M y otros, editado en 2004, señalan que el llantén mayor (hoja gruesa) se usa como desinflamante de la piel para lo cual se hierven sus hojas y estando tibias se colocan como emplastos en la parte afectada.

Como ya se dijo, el llantén parece un yuyo pero es 100 % medicinal, Contiene mucílagos y ácido silícico que se utilizan como remedio pectoral. Se lo considera diurético, expectorante, emoliente y cicatrizante.

En tiempos antiguos, las mujeres cocían sus hojas para obtener un  jarabe o extracto fluido para combatir los catarros, bronquitis e incluso asma.

Por vía externa, las hojas en forma de compresas se usaban también para tratar quemaduras y úlceras; mientras que si las gárgaras con el té, alivian las anginas.

En colirios se usa para la conjuntivitis y la inflamación de los párpados.

Según el mismo libro, investigaciones en laboratorio demostraron el efecto citotóxico de los extractos metanólicos del llantén sobre células cancerosas.

“Las células humanas correspondieron a adenocarcinoma renal (TK-10), adenocarcinoma de mama (MCF-7), y melanoma (UACC-62). Los efectos son atribuidos a iridoides y a flavonoides”.

Otros estudios sobre el llantén

Una investigación realizada en 2007 por Bárbara Blanco, Adriana Saborío y Giovanni Garro, en el  Instituto Tecnológico de Costa Rica, Ingeniería en Biotecnología, logró avanzar sobre las propiedades del llantén.

En “Descripción anatómica, propiedades medicinales y uso potencial de Plantago major (llantén mayor)”, señalan que las investigaciones realizadas han revelado la presencia de mucílagos, pectinas, flavonoides y taninos.

También posee un glucósido cromogénico iridoide denominado aucubósido (aucubina) y otro glucósido llamado catapol. Tanto las hojas como las flores y el tallo poseen el glucósido aucubina.

Plantago major cuenta también con sustancias como: ácido salicílico, sales minerales de potasio y zinc. Además, rutina, alcaloides (noscapida), esencias, resinas, esteroides, bases aminadas y compuestos azufrados.

Igualmente, posee ácidos-fenoles y una lactona (loliolida) o digiprolactana, entre otros.

Las hojas contienen sustancias con propiedades antiinflamatorias como plantamajosida, baicaleína, hispidulina, aucubina, ácido ursólico y ácido oleanólico. La cadena larga de alcoholes primarios presentes en la cera de las hojas ayuda a curar las heridas superficiales.

Existen medicamentos a base de compuestos propios de llantén que se comercializan. Sin embargo, se utiliza mayormente como remedio casero.

Las personas recolectan plantas que crecen en su jardín, en terrenos baldíos o en potreros; las hojas secas se venden en mercados y ferias del agricultor en pequeñas cantidades.

Las partes vegetales utilizadas son las hojas, la semilla, la espiga, prácticamente toda la planta, y se emplean principalmente como infusión o ungüento.

Entre los múltiples usos de esta planta en el campo de la salud humana, se encuentran sus propiedades astringentes adecuadas para detener la diarrea, disentería y amebiasis. Además, una infusión de hojas de llantén inhibe en un 82 a 95 % la acidez de la secreción gástrica.

Llantén, para aprovechar

En lo que respecta al sistema respiratorio, cuenta con distintas aplicaciones. Es eficaz para tratar enfermedades como la tos, faringitis, laringitis, bronquitis, tuberculosis, entre otras.

Se utiliza para curar el dolor de garganta y la irritación en la boca, además, para reducir la inflamación glandular. Esto se debe a que la planta cuenta con un alto contenido en mucílagos, que ejerce propiedades emolientes que suavizan las mucosas respiratorias.

Plantago major tiene propiedades hemostáticas ya que incrementa la coagulación de la sangre en las heridas, evitando hemorragias. Las hojas del llantén frescas contienen las propiedades apropiadas para desinfectar las heridas y favorecer su cicatrización.

Una hoja fresca, una vez lavada, al ser aplica sobre una herida ayuda a detener el flujo de la sangre, a cicatrizarla y a prevenir el riesgo de infección. Igualmente su aplicación sobre quemaduras de piel, ayuda a cicatrizar y calmar el dolor.

La propiedad de cicatrización se le atribuye tanto a su riqueza en taninos, con función cicatrizante y hemostática, como a su contenido en alantoína.

Esta última sustancia se caracteriza por estimular la regeneración de células epidérmicas, motivo por el cual este componente es de gran uso en la industria de la cosmética y forma parte de la composición de cremas para piel.

No debemos olvidar que la medicina actual comenzó tomando los “remedios” de la naturaleza, y ellos siguen disponibles para nosotros.