Un sapo inocuo y desinteresado del mundo humano, un simple sapo en el jardín puede despertar los más intensos terrores. Esta idea llevó a Sebastián Paz a escribir su primera novela de terror, “El jardín de los sapos”.
“El terror siempre me gustó, desde chico. Cuando empecé a leer autores del género vi que no me gustaba los contemporáneos como Stephen King, sino que me atrapaban los góticos como Howard Lovecraft, con palabras raras y narrativas más cargadas”, asegura Paz, posiblemente el único escritor de terror de San Juan con libros editados.
Los aros expansores y los tatuajes no disimulan su aire geek, lentes de marco grueso y barba completan la imagen del milenial de 37 años con fascinación por el terror que escribe y que, además, con inteligencia artificial, realiza las ilustraciones de portada de sus libros.
“Trabajo solo y los costos de edición son altos así que no podía pagar a un lustrador por eso recurrí a la IA, y es un proceso que me ha dado muchas satisfacciones, se pueden hacer cosas maravillosas”, dice.
La necesidad de escribir nació en pandemia y de forma autodidacta, recurriendo a videos tutoriales arrancó sin más con “El jardín de los sapos”, una historia con tintes autorreferenciales que fluía entre sus dedos.
Fue tan satisfactorio el proceso y su resultado que en cuatro años siguieron cuatro libros más, todos editados de forma independiente.
Uno de los libros es una colaboración con un escritor salteño, siempre en el género terror. “Yo nací en Salta, pero vivo en San Juan hace 23 años así que ya soy más pocitano que salteño”, aclara rápidamente.
Paz cree que el sanjuanino no lee más libros de terror porque la oferta local es escasa. “No conozco otros autores de terror en la provincia, pero si hay muchos autores en todo el país, incluso se realizó el Primer Festival de Terror Argentino con la meta de incentivar el consumo del género terror”.
Asegura que, si bien el género apela a imágenes e ideas fuertes, el mensaje va por otro lado. El buen lector sabe que los escritores de terror pueden reflejar problemas sociales de su época, políticos y culturales, a través de una historia bien narrada.
“Me movilizan las relaciones familiares, los hijos, el amor, la amistad, historias de fantasía oscura que conllevan terror”, confiesa.
Luego de las referencias de autores del mundo se hizo inevitable la mención de Demián Rugna, guionista, director de cine, y editor de películas de terror argentino, cuya obra “Cuando acecha la maldad” ganó el Premio al Mejor Largometraje del Festival de Cine Fantástico de Sitges 2023.
“Sus historias son increíbles, me volvió loco su última película”, asegura Paz.
De Salta soy
Sebastián nació en Salta y a los 15 años se vino a vivir a la casa de sus abuelos maternos en San Juan. Su padre, Carlos Paz, es salteño, y su madre, Sandra Escudero, es pocitana.
Hasta hace poco, Sebastián se ganaba la vida como peluquero en la Villa Aberastain, hoy apuesta a dedicarse a las letras y a la difusión del arte trabajando en Cultura de la Municipalidad de Pocito.
Ya participó en varios talleres en escuelas y grupos de chicos.
Autodefinido en sus redes sociales como “peluquero, escritor, dibujante, diseñador digital, músico, emprendedor, papá, esposo y bailarín”, hoy también se dio a la tarea de grabar un video para un grupo de música punk de Pocito.
La última novela de terror la terminó de escribir hace semanas para el concurso San Juan Escribe, pero ahora quiere probar con el género fantasía.
“Con mis hijos somos fanáticos de Harry Potter y quiero ir hacia ese estilo ahora, me voy a sentar con mis dos hijos a idear una historia de fantasía, pero no de magia”, adelanta.
Epílogo
El miedo nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. Pero el terror es más que miedo, y cuando ese terror es imaginario puede llegar a paralizar. Entonces, ¿por qué nos gusta la literatura y el cine de terror? ¿Por qué alguien elige escribir historias de terror?
Un neurólogo podría asegurar que el terror activa adrenalina, dopamina y cortisol, tres sustancias químicas importantes del ser humano que libera cuando se encuentra amenazado. Claro que no todos reaccionan de la misma manera.
Dicen los que saben que el terror es el género más difícil de escribir, ya que impone tocar temas como la muerte, la locura, lo sobrenatural. Leerlo puede ser para todos, escribirlo no es para cualquiera.
Así lo narra Paz: “Pobre del alma, cuya fragilidad lo ha obligado a rendirse, pues ya no es más que ceniza en el viento caliente”.