Un postre ancestral sanjuanino: Torta de trilla

“Este clásico postre de la cocina sanjuanina se remonta a épocas en las que en esta zona se cultivaba el trigo. De ese entonces datan también los viejos molinos como el que cantara Buenaventura Luna”, contaba la profesora Hebe Almeida de Gargiulo en su libro “Señales al Rescoldo”, especialmente editado por la Confederación Gaucha Argentina en 1999.

Cuenta en el libro que cuando se realizaba la cosecha, generalmente por el sistema de “mingas”, se obsequiaba a los trabajadores con una comida criolla, que podía ser una sabrosa carbonada con “pan de alza”, y el postre obligado era la Torta de trilla.

¿Qué era el sistema de “mingas”? La palabra deriva de  la quechua “minka” y significa la colaboración desinteresada de los vecinos para levantar la cosecha o cualquier otro trabajo que necesitara mucha mano de obra. Por ejemplo, el “maestro” Jorge Balderramo, de Jáchal, contaba que ese sistema se usaba en la herrería de su padre. Luego del “mingado” había fiesta, baile, guitarreada y asado. Una vida comunitaria donde todos colaboraban desinteresadamente.

Volvemos a la receta que precisamente esos recuerdos nos trae al paladar. Para prepararla se debe poner en remojo desde la noche anterior ½ kilo de trigo blanco pelado y majado. Después se coloca en una cacerola con agua hasta que lo cubra y 1 cucharada de grasa. Se lleva al fuego y se cocina hasta que se consuma el agua. Luego se le agrega 1 litro de leche y 200 gramos de azúcar y se deja hervir, revolviendo para que no se pegue, hasta que el trigo esté bien blando. Entonces se le añade una taza de arrope de uva y 2 cucharadas de canela molida y se sigue revolviendo hasta que tome punto, es decir, hasta que se despegue de la cacerola.

Colocarla después en una fuente honda y espolvorearla con azúcar y canela. Se sirve fría y cortada en porciones.

Y ahora la sorpresa…

La receta de la Torta de trilla aparece en el recetario de Slow Food Foundation for Biodiversity que significa Fundación Comida Lenta para la Biodiversidad, una fundación internacional que coordina y promueve proyectos para proteger la biodiversidad alimentaria en todo el mundo, nacida en Italia y ahora activa en más de 100 países.

La Fundación Slow Food tiene su propio estatuto, presupuesto, Junta Directiva y oficina operativa. Cada año publica el Informe Social que proporciona un resumen detallado de las actividades realizadas, así como la fuente y el uso de los fondos, cita en su página web.

La Fundación involucra a miles de pequeños productores en sus proyectos, proporcionando asistencia técnica, capacitación, intercambio de productores y comunicación.

Los proyectos de la Fundación son herramientas para promover un modelo de agricultura que se basa en la biodiversidad local y el respeto por la tierra y la cultura local, está en armonía con el medio ambiente y tiene como objetivo proporcionar soberanía alimentaria y acceso a alimentos buenos, limpios y justos para todos.

En su página aparece la Torta de Trilla sobre la que dice:

“La torta de trilla es un postre tradicional de canela y trigo de la provincia de San Juan, en la región cuyana de Argentina. Según el folclore, el origen de este plato se remonta a la época en que el cultivo de trigo comenzó en la zona. Después de que se completó la cosecha, los trabajadores eran recompensados con una cena de celebración que incluía una variedad de platos nativos, siempre con este postre clásico. Con el paso del tiempo y numerosos avances tecnológicos, los métodos de cosecha han cambiado”.

Foto portada: Torta de trilla presentación gourmet de Gabriela Vega