Alucinante: las ruinas de las que nadie habla, en un famoso circuito de senderismo

Lo que empezó como un día de trekking en el cerro Tres Marías, con punto de partida frente al Parque Faunístico de Rivadavia, se convirtió en una jornada de asombro al atravesar las ruinas de lo que parecía una construcción de pueblos originarios, pero que, según Teresa Michieli, sería “un puesto ganadero de criollos”, los famosos arrieros de siglos pasados.

La antropóloga y exdirectora del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo Prof. M. Gambier, admitió que no conocía el sitio y tampoco otras investigaciones de esas ruinas, aunque ella es experta en las huellas que dejó en San Juan el tránsito de ganado desde el siglo XVII.

Estas ruinas son un conjunto de construcciones de pircas de idénticas características a las que estudió Michieli en Calingasta e Iglesia, evidencias del paso de los arrieros que llevaban ganado para vender en Chile.

Se trata de una construcción en piedra rectangular y unos metros al norte, otra con una división interna, ambas serían el corral para ganado y habitáculos para personas. Llama la atención la existencia de un mortero en el lugar, una piedra enorme que podría atribuirse a los usos y costumbres de los pueblos nativos.

Mortero de piedra en el área de las ruinas.

Una publicación de Michieli titulada “Huellas del tráfico transcordillerano de ganado en tiempos históricos (San Juan, Argentina)” (2021) para el Centro de Investigaciones Precolombinas (CIP) señaló que:

“Para el siglo XVII la explotación ganadera en Cuyo está poco documentada en las fuentes, pero esto no significa que no haya existido; al contrario, es evidente que existió y que constituye el antecedente de la amplia actividad de tráfico ganadero transcordillerano de los siglos siguientes”.

En la misma, detalló que la zona cordillerana del departamento Calingasta fue la más utilizada para este tráfico, que compartió espacio con las veranadas de los crianceros chilenos, “aunque en este caso las instalaciones eran de paso y sobre todo en áreas con portezuelos más bajos. 

Constaban de algunas habitaciones de pirca, comúnmente de forma cuadrangular y muy bien construidas, a las que se agregaba un gran corral, también cuadrangular, de gran tamaño”, ídem a las ruinas que hay en el cerro Tres Marías.

Imagen de Teresa Michieli publicada en su investigación.

Michieli aseguró en este documento que “la cría y manejo de ganado en los veranos cordilleranos, con otras especies de animales, también se producía en épocas prehispánicas, aunque sin la envergadura, cantidad y densidad de las épocas históricas con el ganado de origen europeo.

Prueba de ello es este extraordinario petroglifo hallado en el mes de marzo de 2021 en la zona con mayor cantidad y calidad de huellas de paso de ganado; es una composición que muestra la interacción humana con la fauna doméstica de ese momento y en la cual se pueden observar llamas cargadas y con jinetes”.

El circuito

Ubicado a 30 kilómetros de la Ciudad de San Juan, el Cerro Tres Marías se encuentra en el departamento Rivadavia, es parte de la formación Sierra Chica de Zonda, cuya altura llega a los 2.240 metros sobre el nivel del mar.

Toda la zona es área de ejercicios militares del RIM 22, incluso se puede ver en las lomas alguna trinchera.

El Cerro Tres Marías está formado por arcilla roja, arena fina y un tipo de roca carbonatada y silicatos.

Desde la cumbre, la panorámica es bellísima y se puede apreciar el Valle de Ullum, el Embalse de Ullum, las Sierras de Pie de Palo y la Cordillera de los Andes.

El Circuito Las Coloradas es muy popular ya que tiene varias posibilidades y su dificultad técnica es moderada. El circuito largo tiene una longitud de 13.4 km, y es casi un círculo, pero se puede hacer por tramos, según la condición física del senderista.

En esta oportunidad fue una hora y media de ascenso y otra hora de bajada, poco más de dos kilómetros, logrando una altitud máxima de 1.051 msnm, atravesando hermosos cerros rojos que dan el nombre al circuito.

Tanto de subida como de bajada se observaron algunos parapentes en el cielo ya que el lugar es ideal para practicar este deporte como también ala delta, por las condiciones de viento favorables en la cima.

El circuito debe hacerse con cuidado porque algunos sectores presentan dificultad debido al terreno rocoso y resbaladizo.

La vegetación es característica de zonas áridas, escasa y discontinua adaptada a las características del clima. Se puede encontrar: tusca, espinillo, chañar, jarilla, piquillín, chilca y cactus de distintas variedades.

Se recomienda llevar ropa y calzado específico, suficiente agua y protección solar para disfrutar al máximo un lugar de naturaleza extraordinaria y con mucha historia por conocer.