Catamarca, para disfrutar el desierto y sus dunas

Para quienes saben disfrutar la belleza del desierto, Catamarca ofrece lugares únicos de los que uno nunca se va igual a como llegó, el espíritu sale reconfortado de la experiencia en la montaña de arena de Saujil, la Duna Mágica, como le dicen.

A 10 kilómetros de Fiambalá, departamento Tinogasta, se encuentra la duna mágica de Saujil, un cerro de arena de 100 metros de altura que impacta desde lejos.

Los lugareños cuentan que se llama duna mágica porque cuando hay viento parece que las arenas danzan. Todo es poesía.

Duna Mágica

Mientras que la palabra Fiambalá, tiene su raíz en la lengua aborigen y significa “país del viento”.

Subir hasta la cima de la duna mágica no es difícil y el paisaje desde arriba es maravilloso, el pequeño valle longitudinal se ve verde fluorescente entre el marrón y beige del desierto que lo rodea.

Saujil, departamento de Tinogasta.

Turistas sin experiencia y deportistas experimentados pueden realizar sandboard en esta duna,  un deporte que consiste en el descenso de las mismas con tablas especiales parecidas a las del snowboard que se realiza en la nieve.

Con la adrenalina a tope se baja por la arena que tiene una pendiente de unos 45 grados y se puede alcanzar una velocidad de vértigo, aunque no es fácil mantenerse sobre la tabla las primeras veces.

Bajarlo caminado o corriendo también son buenas opciones para disfrutar.

Dunas y sierras

Las dunas se encuentran en la sierra de Fiambalá que forma parte de las Sierras Pampeanas, allí el  cerro más alto es El Morado, hacia el norte, con una altura de 4.920 msnm.

Según el sitio Locos por la geología, se denomina duna a una acumulación de arena generada por el viento y formada por partículas con una granulometría dominante de aproximadamente 0,2 mm de diámetro promedio.

También allí explican que El Bolsón de Fiambalá forma un valle semicircular y ha sido repetidamente cubierto por la arena eólica, generando al menos tres dunas bien identificables que se encuentran entre las más altas de Sudamérica.

Hay también dunas menores que llegan a ascender por las propias Sierras de Fiambalá.

“Según las investigaciones más modernas, el suministro de arenas para estas dunas procede de los fanglomerados localizados al oeste, en la formación Medanitos.

Las partículas más finas podrían también derivar desde el domo volcánico de Cerro Blanco, según lo acredita el alto porcentaje de vidrios volcánicos presente en la composición”, señalaron.

En algunas fotos se ven personas como diminutos puntitos negros, lo que nos ayuda a dimensionar el tamaño de la Duna Mágica.

Duna Mágica

Dunas de Tatón

En un sector de las dunas de Tatón, más bajas que la duna mágica, ofrecen un paisaje “dunar” de mayor extensión. Allí también se puede bajar en tabla por una pendiente mucho más corta pero que genera el mismo pico de adrenalina. Todos pueden sacar a jugar al niño interior.

Las dunas de Tatón se encuentran en la localidad del mismo nombre. El paisaje fue descrito por el geólogo Alfred Stelzner como “glaciares de arena”.

Y tal como explicó el guía de turismo del lugar, Gabriel Quiroga, por allí pasó la competencia internacional Dakar, que puso a Tatón en el mapa de atractivos de Catamarca para todo el mundo.

Estos médanos se mueven de lugar por acción del viento, “por eso se permiten los deportes ya que no genera impacto ambiental en las dunas”, señaló Quiroga, convocado por Kuntur Trek, los organizadores del viaje desde San Juan.

Una duna muy especiall se encuentra en esta zona y es la denominada Federico Kirbus que tiene 1.230 msnm, y se considera la duna más elevada del mundo,​ con muchos más metros que la segunda que es la Duna Grande de Perú.

¿Quién dijo arena y mar siempre van juntos? Estas dunas son pura aventura!

Tatón
duna mágica
duna mágica
Plaza de Fiambalá
Para tener en cuenta

Recomendaciones: llevar ropa y calzado adecuado, protector solar, gorra y dos litros de agua por persona. Las primeras horas de la mañana son ideales para subir estas dunas, o las últimas de la tarde.

Cómo llegar: Desde San Juan por Ruta 40 hasta Tinogasta y luego por Ruta 60, pasando Fiambalá unos 10 kilómetros hasta llegar al pueblo de Saujil allí está la Duna Mágica.

No hay que pagar para acceder a estos sitios, pero contratando guías se aprende más y se ayuda a la economía de las regiones.

Tramo San Juan – Tinogasta
Tramo Tinogasta – Fiambalá
Tramo Fiambalá – Tatón. Imágenes de Google Maps