El vistoso Cortarramas, de canto inconfundible y “honesto”

Era una emoción bárbara. No se veía un Bolita de fuego desde hace años, pero el canto no era el mismo, algo no cerraba. No era un Bolita. También coloradito y vistoso, era un Cortarramas.

Con su canto, como adelanta el título, inconfundible y “honesto”, el Cortarramas no puede mentir respecto a su tamaño, según investigaciones del Laboratorio de Sistemas Dinámicos (LSD) del Instituto de Física de Buenos Aires (UBA – CONICET).

Acá, ayudaron a identificarlo los amigos del Parque de la Biodiversidad.

Alejandro Gómez no tuvo dudas: “Es un Cortarramas. Se le dice así porque come los brotes de las ramas. Incluso su nombre científico hace alusión a esa característica: Phytotoma rutila, phyto o fito quiere decir planta”.

Entre sus nombres vulgares también están Quejón porque parece que se quejara con su canto, y Bisagrita.

El Cortarramas pocitano.

Aunque, según la zona, puede llamarse Cardenal salvaje, Carnerito, Corderito, Corderito del monte, Cortarrama rojizo, Dentudo, Durmilí-durmilí, Gorrión cordobés, entre otros.

Esta especie fue descrita originalmente por el naturalista francés Louis Jean Pierre Vieillot en el año 1818, bajo el mismo nombre científico.

En la página faunayfloradelargentinanativa reseñan que su nombre genérico femenino «Phytotoma» deriva del griego «phuton», planta; y «tomos» que significa cortar; en conjunto es el «que corta plantas».

El nombre de la especie «rutila», proviene del latín «rutilus»: dorado, rojo.

Como suele suceder con las aves, el macho es el más vistoso. Tiene frente y parte ventral castañas casi rojizas. Corona, nuca y dorso grises parduscos con tenues estrías ocráceas. Alas pardas con bandas blancas en las cubiertas. Cola parda con ápice blanco en las plumas externas.

Mientras que la hembra es casi toda grisácea con estrías pardas oscuras. Y su parte ventral es color canela claro con estrías pardas oscuras. Alas pardas con ribetes ocráceos. Cola parda con ápice blanco en las plumas externas.

En Argentina se lo puede observar desde el norte del país, excepto Misiones hasta Chubut.

Se deja ver entre los matorrales, sólo o en pareja. Se alimenta de frutas, semillas, hojas, flores, insectos.

Sobre su canto

Gabriel Mindlin, director del Laboratorio de Sistemas Dinámicos (LSD) del Instituto de Física de Buenos Aires (UBA – CONICET) aseguró a nexciencia que “es una especie que genera uno de los sonidos más extraños del mundo de las aves, es una vocalización muy inusual”.

Este grupo de investigación decidió estudiar si había alguna relación entre el tamaño del animal y las propiedades acústicas del canto.

Los resultados del análisis mostraron una fuerte correlación entre el tamaño del pájaro y el pico de frecuencia de su canto, lo cual, a su vez, les permitió construir una fórmula matemática que, a partir de las propiedades acústicas del canto permite predecir el tamaño del animal.

“Esta especie, por la manera en la que vocaliza, deja una señal inequívoca de su tamaño. No puede modificar sus instrucciones para parecer más grande. Y esto es algo que, hasta donde sabemos, no ocurre con ninguna otra ave”, señaló Mindlin.