El 1 de septiembre de 1835 quedó habilitado el cementerio público de la Capital de San Juan en la ubicación que tiene actualmente, por calle Las Heras 550 Norte.
“Destruida la iglesia de Santa Ana por la inundación del río San Juan en 1833, donde se venía sepultando a los feligreses, el gobernador de la provincia dispone la construcción de un cementerio en las adyacencias del hospital San Juan”, señaló César H. Guerrero en su “Efemérides sanjuaninas” (1961).
Fernando Mó, en su libro “Cosas de San Juan” tomo III (1988), señaló que fue Domingo Faustino Sarmiento quien municipalizó el camposanto llamándolo “Cementerio de la Ciudad”. Plantó arboledas en el interior y alrededores y lo dividió en manzanas planificando su estructura.
Relataba Mó que antaño la creencia religiosa exigía la “cristiana sepultura”, la incineración no era una opción posible. Por eso los solares previstos para las iglesias eran grandes ya que sus fondos servían como enterratorios.
Pero claro, eran pocos los habitantes y pocos los muertos. En la ciudad se enterraba en Santa Ana (frente a la plaza principal) y en San Juan de Dios en Puyuta, también en San Agustín y otros templos.
“Debemos al historiador César H. Guerrero la ubicación de la documentación legal, en el Archivo de la Provincia, referente a los cementerios.
Siguiendo esta fuente informativa se advierte que el gobernador Juan Aguilar fue el primero en disponer medidas reglamentarias relacionadas con los enterratorios locales”, señalaba Mó.
Aguilar firmó un decreto, el 3 de mayo de 1830, por el cual disponía la elección de un terreno para dedicarlo al cementerio único de la Ciudad.
En su artículo primero decía: Establézcase un cementerio fuera del pueblo en el lugar que se halle más adecuado para este interesante objeto.
Sin embargo y pese al decreto, la iniciativa no se llevó adelante por cuestiones políticas.
Obligados por la naturaleza
Un desastre natural obligó a retomar la idea, “después del desastre producido por la inundación de 1833 que motivó la caída de los templos de San Agustín y Santa Ana descubriéndose, asimismo, los osarios”.
En 1835, el gobernador Martín Yanzón concretó la iniciativa aprovechando los terrenos de la Capilla de San Juan de Dios y además la donación de un terreno contiguo efectuada por doña Borjas Toranzo de Zavalla.
Desde entonces, todos los entierros comenzaron a realizarse en este gran osario que existe hasta ahora.
Cuando Sarmiento fue gobernador, municipalizó el camposanto llamándolo “Cementerio de la Ciudad”.
“El terremoto de 1944 produjo grandes daños derrumbando mausoleos y galerías. Dada esta lamentable situación se nombró al técnico Aristóbulo Luque (1946) para que investigara proponiendo lo necesario para reconstruir el cementerio”, relató Mó.
El proyecto de la fachada del cementerio y edificaciones colaterales se debe al arquitecto Daniel Ramos Correa, en 1946.
Durante varias intendencias se fueron anexando obras y galerías, y durante la administración de Omar Sánchez se hizo el cierre del fondo, erradicándose algunas fosas comunes.
En 1972 el intendente Eduardo Savastano realizó varias mejoras en el cementerio municipal como nuevos jardines, apertura de calles principales, se instalaron sanitarios, se parquizó la fosa común señalándose la ubicación de osarios, etc.
Necroturismo
El necroturismo es una modalidad turística que busca mostrar el patrimonio cultural, histórico, artístico y arquitectónico que albergan los cementerios de numerosas ciudades del mundo.
En México los cementerios son lugares donde se celebran fiestas y muchas ciudades del mundo son visitadas solo para llegar hasta la tumba de algún destacado de la historia, la ciencia y las artes.
El circuito de necroturismo del cementerio de la Capital se inauguró en octubre de 2014, cuando era intendente Marcelo Lima. La idea fue de Luis Eduardo Meglioli quien entonces era secretario de Cultura y Turismo de la municipalidad.
“Fue una experiencia muy linda. Hice un trabajo previo de investigación, fui al cementerio de la Recoleta donde me informaron cómo funcionaba su circuito.
También me reuní acá con la profesora de Historia Nora Rodríguez ya que ella había realizado un extraordinario trabajo sobre las tumbas en nuestro cementerio capitalino con sus alumnos de la FFHA”, contó Meglioli a Destino San Juan.
Se tomó ese estudio de base y se agregó información para los guías, ya sea sobre algunos difuntos como de la estética de las esculturas que poseen algunas tumbas o mausoleos.
Paralelamente, el entonces secretario de Obras municipal, Jorge Cerdera, construyó nuevos sanitarios, catorce ramblas para discapacitados y nueva señalética.
Una propuesta de Meglioli que quedó sin realizar fue la de hacer un homenaje a los muertos en una fecha particular (quizás cerca del 2 de noviembre, Día de todos los muertos) con música clásica instrumental en directo, distribuyendo los músicos a lo largo y ancho del camposanto.
El circuito
El Cementerio Municipal de la Ciudad de San Juan tiene un recorrido histórico turístico de 32 paradas en las que se puede conocer gran parte de la historia de la sociedad sanjuanina y admirar la belleza arquitectónica y artística.
Hay un recorrido por semana con guía, gratuito, se realiza los viernes a la hora 15 y dura una hora y media. Es necesario hacer reservas y cumplir con el protocolo sanitario.
Entre algunas de las paradas más importantes se encuentra la tumba de Federico Cantoni, el monumento a los sanjuaninos caídos en la Guerra del Paraguay, el monumento a Pedro Echagüe, el monumento a los padres de Sarmiento, entre otros destacados de la historia local.
Cada uno de ellos tiene una historia interesante que es necesario conocer.
Reservas al WhatsApp 264-6317574, o por correo electrónico a turismo@municipiosanjuan.gob.ar. Se debe indicar nombre completo, DNI, teléfono y correo electrónico de los participantes.