cocho

¿Te acordás del cocho? Estas son sus propiedades, beneficios y recetas!

Para los que iban a la escuela primaria en la década del ’70 y antes, el olor del recreo era el olor del cocho. Se compraban en bolsitas pequeñas y se comía directo de ahí. Qué delicia.

Para los que no tuvieron esa suerte, el cocho es una especie de harina hecha con trigo o maíz tostado con agregado de azúcar, también se cocinaba con leche o agua. Tiene un color castaño, por el tostado.

“¡Ah, criollo fuerte, criao a cocho! La expresión decidora y frecuente apunta a una realidad. El cocho, como lo llaman en San Juan, o ñaco, como le dicen en Malargüe (Mendoza) es un alimento nutritivo sin discusión. Hay quienes lo agregan a la sopa para espesarla; si se prepara muy liviano, mezclado con agua fría, constituye un criollo refresco llamado ‘ulpo’. Una vieja costumbre iglesiana: espolvorear cocho sobre la tajada de sandía, con un poquito de azúcar si hiciera falta. Un verdadero manjar”, contaba Hebe Almeida de Gargiulo en su libro de recetas de cocina gaucha.

El uso de harina tostada se remonta al tiempo de los mapuches. Ellos fabricaban una harina a base de maíz que tostaban para sus preparaciones. Con la llegada del trigo al sur del continente americano, se masificó la elaboración de harina tostada con el trigo, tostándose con fuego y arena. Durante los siglos XIX y XX,​el cocho era la bebida caliente de los mineros y jornaleros debido a que tenía las calorías necesarias para soportar un largo día de trabajo.

En Chile, sobre todo en las zonas rurales, el cocho era el desayuno de las familias. Con el cocho no era necesario comer pan y la harina tostada puede guardarse por largos periodos.

Si bien hoy el consumo de harina tostada, y por tanto del cocho, ha disminuido, hay una vuelta a las recetas ancestrales. Recientes investigaciones demostraron el bajo aporte de sodio y alto contenido de fibras del cocho. Entre otros descubrimientos, aseguran que ayudaría a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Nombres y propiedades

La página harina.info ha dedicado todo un apartado a las harinas tostadas destacando las características y beneficios de cada una de ellas.

Allí señalan que la harina tostada tiene ciertas variedades pero la de trigo es la más común y tiene distintos nombres según el país o región: en Chile y Argentina, la harina tostada es conocida como ñaco que es preparada con trigo y cebada. Y el cocho y el ulpo, ya consumidos por los mapuches.

En la región de canarias, a la harina tostada se la conoce como el Gofio.

Propiedades del cocho: cada 100 gramos de harina tostada hecha con trigo, son 193 calorías, 39,5 gramos de carbohidratos, 5,6 gramos de proteína y solo 1,4 gramos de grasa.

Otro de los grandes beneficios que tiene el consumo de la harina tostada, gracias a su cantidad de fibra, es que puede combatir y reducir los niveles de colesterol en la sangre, ya que logra evitar la acumulación de este y su oxidación.

Como es un elemento que se digiere muy lentamente, la fibra que contiene la harina tostada es capaz de mantener a raya también los niveles de insulina en nuestro organismo.

En la misma página señalan que al consumir la harina tostada se mejoran los problemas de estreñimiento, gracias a que la fibra es capaz de aumentar el contenido que hay en el intestino, mejora la retención del agua y acelera el movimiento estomacal.

El cocho, señoras y señores, contiene una gran cantidad de otros nutrientes como el hierro, el calcio, fósforo, zinc, potasio, manganeso, magnesio.

Y ahora, las recetas

Una amiga chilena preparaba la mejor “Chupilca” del mundo con: 2 vasos de vino tinto, 2 cucharadas de harina tostada y azúcar a gusto, la servía bien fría!

“Ulpo”: una ancestral receta chilena de harina tostada con leche. Se necesita: ¼ taza de harina tostada, 2 cucharadas de azúcar o también puedes usar miel, un poco de canela, un par de cucharadas de agua caliente y leche líquida.

Para la preparación de esta receta solo será necesario incluir todos los ingredientes en un vaso y comenzar a remover hasta tener una bebida homogénea.

Aunque también hay versiones regionales como ésta. Quién se anima?