El día que la Difunta Correa llegó por primera vez a las Islas Malvinas

En la capital de las Islas Malvinas, Puerto Argentino o Stanley para los isleños, a unos 2.100 kilómetros de San Juan, no hay imágenes religiosas en ningún lado, ni en las casas ni en las calles. La religión mayoritaria de los 3.600 habitantes de las islas es el cristianismo, practicada por un 67,2 % de la población; pero la iglesia más importante es la Iglesia de Inglaterra (anglicana), y en segundo lugar, la católica.

El 18 de marzo de 2020, la imagen de la Difunta Correa, la santa popular con más devotos en el país, llegó por primera vez a las Islas Malvinas para quedarse custodiando la costa capitalina. Una cronista de Destino San Juan acompañó al grupo de veteranos que viajó a las islas, el 5to contingente que llega a Malvinas gracias al programa que puso en marcha el Gobierno de San Juan.

La idea es la continuidad del proyecto de Destino San Juan de llevar la imagen de Deolinda a todo el mundo y de reflejar también su presencia en pueblos y ciudades a los que llegó gracias a sus devotos.

El plan, en principio, era dejar la imagen en el cementerio de Darwin, donde están enterrados 237 soldados argentinos que murieron en las islas, dos de ellos, sanjuaninos. Pero Deolinda tenía otros planes; la imagen no llegó al cementerio, quedó en el hotel.

En una mañana de mucho viento, la Difunta Correa encontró una gruta natural a orillas del mar que pacíficamente entra en la bahía de Puerto Argentino y allí fue colocada. Su destino es incierto, podría volarla el viento o ser encontrada por algún isleño que posiblemente quiera saber de qué se trata la imagen de yeso de esa mujer que “dormida” alimenta a su hijo de su pecho.