El sanjuanino que desapareció en el “avión de los cadetes” hace 55 años

El 3 de noviembre de 1965, el avión Douglas DC 4 matrícula TC-48 despareció durante un viaje de instrucción final. En él iban cadetes egresados de la Escuela de Aviación Militar, entre ellos, un sanjuanino, Ricardo Augusto Roque Guzzo, de 24 años.

Este 2020 se cumplieron 55 años de la tragedia y los familiares siguen sin saber donde están sus cuerpos.

Roque Guzzo
Roque Guzzo

Es que después de cuatro días de búsqueda de la nave, que había desaparecido en pleno vuelo, encontraron restos de salvavidas y otros objetos en el mar.

Los investigadores de la Fuerza Aérea determinaron que el avión había caído al mar y así dieron por muertos a los 68, entre cadetes y tripulación, pero después se supo que esas evidencias fueron plantadas.

Roque, como le dice su hermano Antonio, había nacido en el departamento Iglesia, San Juan, sus padres eran mendocinos y se encontraban allí por trabajo.

El niño nació con un severo problema de conjuntivitis y, según el relato de Antonio, su padre asustado pidió a Dios que lo salve, “aunque se lo tenga que llevar en 20 años”.

El bebé mejoró y se convirtió en un niño inquieto y travieso, características que conservó en su adolescencia y juventud.

Antonio Guzzo
Antonio Guzzo, hermano de Roque.

Cuando cumplió los 20 años se fue a estudiar a la Escuela de Aviación Militar de Córdoba, donde incluso se puso de novio, según el relato de su familia.

“Mi hermano era muy parecido a mí físicamente, pero con un carácter muy distinto. Él era amable, alegre, de muchos amigos”, cuenta Antonio con el dolor intacto que mantienen aquellos que no han podido enterrar a sus muertos. 

El azar o…

Dicen que fue el azar el que definió qué grupo de jóvenes iba en cada avión, ya que eran dos los aviones que realizaban juntos el viaje de instrucción. El TC 43 era más cómodo y estaba preparado para llevar pasajeros. Tiraron una moneda para repartir los grupos, según relató Roberto Briend, cadete del TC 43 en el documental “La última búsqueda”.

Tal vez fue el destino.

tapa revista

Antonio saca la tapa de la revista “Así” de 1965, la guarda entre sus papeles más preciados. Allí predomina la foto de los cadetes despidiéndose en el aeropuerto de Mendoza, minutos antes de partir hacia Córdoba.

“Esto lo encontré entre los papeles de mi padre, después que falleció. Creo que mi padre nunca pudo superar la muerte de Roque”, dice Antonio.

Es muy poco lo que la prensa local ha publicado respecto a la muerte de Guzzo en el avión TC 48, en los últimos años. El 23 de marzo de 2014, Diario de Cuyo publicó una nota titulada: “Otro caso como el del avión malayo, pero con un sanjuanino a bordo”.

En ella, otro hermano de Roque, Víctor Guzzo, relataba que desde Lima, Perú, Roque escribió una carta a sus padres el 1 de noviembre. “Fue una carta muy emotiva, todos lloramos al leer lo que escribió, sobre todo porque la carta llegó 10 días después, cuando el avión ya había desaparecido”, dijo Víctor en esa nota.

tapa

Los hechos

En Facebook hay una página oficial del avión Militar TC-48 desaparecido en Costa Rica el 3 de noviembre 1965. En ella relatan que el 1 de Noviembre de 1965, en cumplimiento de la orden de operaciones 3/65 del Comando Aéreo de Combate de la Fuerza Aérea Argentina, se iniciaba el viaje final de instrucción de los cadetes que integraban la XXXI Promoción de Oficiales.

El viaje, a realizarse en dos aviones, el T-43 y el TC-48, tenía como destino final la ciudad de San Francisco (USA). Pero el 3 de noviembre de 1965, el avión Douglas C-54 matrícula TC-48, bajo la conducción del Comandante Renato Felippa, con 68 personas a bordo, desaparece.

Habían anunciado un incendio en un motor cuando volaba entre la base Howard de Panamá en dirección a El Salvador.

Ese mismo día, a la hora 21:15, la Secretaría de Aeronáutica emite el primer comunicado argentino oficial, anunciando lo ocurrido.

TC 48
Interior del TC 48.

Inmediatamente comenzó la búsqueda y cuatro días después la dieron por concluida  cuando encontraron en el mar algunos chalecos salvavidas y un documento de uno de los cadetes. Pero al poco tiempo se supo que ese documento nunca había estado en el agua y que su dueño se lo había entregado a un compañero que iba en el otro avión.

Una investigación de Estados Unidos concluyó que el avión cayó al mar entre Panamá y Costa Rica, a 30 km de la costa. Pero para la Aviación Civil de Costa Rica y para los familiares, el aparato está en algún lugar de la selva.

Se realizaron 23 expediciones a la selva y más de 50 vuelos en avionetas y helicópteros, y se dejó de buscarlo en 1967. Tiempo después, algunos familiares volvieron a la selva a buscar el avión, tal como muestra el documental “La última búsqueda”.

Los familiares de los desaparecidos nunca dejaron de buscar y en 2008 la Fuerza Aérea se unió a ellos. En 2015 realizaron cuatro búsquedas denominadas Esperanza, tanto por tierra como por mar. No encontraron nada.

búsqueda del avión
Clyde Zurro en la selva de Costa Rica donde buscó incansablemente a su marido (foto Infobae)

Las leyendas

En Costa Rica hay gente que asegura que fueron los aborígenes de la zona donde supuestamente había caído el avión, quienes se habían quedado con distintas pertenencias de los cadetes.

El “Indio Porfiador” aseguraba haber encontrado los restos del avión y haber dado muerte a tres cadetes sobrevivientes para cubrir el robo de sus pertenencias.

Este hombre fue detenido pero nunca se le encontró ni dinero argentino ni ropa de los cadetes y ningún otro elemento que lo relacionara directamente con el TC-48.

Otro mito relata que momentos antes del despegue fueron cargadas varias cajas de madera dentro de la cabina de pasajeros. El TC-48 carecía de asientos tradicionales, contaba con asientos de tela en los laterales del fuselaje.

Este relato, al parecer, nació con la primera gran búsqueda que estuvo a cargo del Capitán Juan Tomilchenko (padre de uno de los cadetes del TC 48) quien aseguró haber localizado dos cajas de madera incendiadas con explosivos. Y según dijo,  pertenecían al avión, pero eso nunca se demostró.

Del documental se desprende otra leyenda: que el avión cayó en una montaña sagrada y que los nativos de la zona no dejarán que nadie pise ese suelo; por lo tanto, el avión jamás sería encontrado.

El avión TC 48 sigue desaparecido y es considerado el mayor misterio de la aviación argentina.  Todos los cadetes, miembros de la tripulación y pasajeros, se los dio por muertos.

​ “A 55 años de la tragedia, esta historia sigue abierta y lo seguimos buscando”.

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