En un patio lateral, unos hornos a pequeña escala explican al visitante como fue evolucionando la producción de cal en el departamento. Primero los antiguos hornos que funcionaban de forma artesanal y con leña, después se pasó al carbón y finalmente, a los modernos hornos a gas, de los que hay varios en la localidad de Los Berros, pueblo minero que tiene su primer museo.
Desde la vereda hasta la puerta de la casa se atraviesa el patio por una cinta negra, antigua transportadora de piedra caliza, que abunda y adorna todo el frente.
Mientras que en el patio lateral, también se destaca un pequeño carro de hierro, una forma más antigua de sacar y transportar la piedra de la montaña para fabricar cal. Y en un altar, la Virgen de Andacollo.
Y ahí nomás, media cuadra, la calle termina en el cerro y le da una energía increíble al lugar.
Primer museo minero
Roberto Carmona, su esposa Coca y sus dos hijos, decidieron darle un uso trascendente a la antigua casa de los Carmona y crearon el primer museo del pueblo que nació de la mano de la producción calera y es una de las industrias más antiguas de la provincia.
En Los Berros, departamento Sarmiento, existe uno de los yacimientos de piedra caliza de mayor pureza del país. Allí la actividad es tan importante que se realiza la Fiesta Provincial del Obrero Minero.
El museo de don Carmona, sobre calle del Medio s/n, se llama “La casona de mis viejos” y es también una colección de recuerdos de la familia, fotos, artefactos, trofeos.
Llama la atención la colección de piedras, algunas nunca vistas como la piedra “plato volador”, redonda y de un metro de diámetro, parece tallada a mano con la forma de una nave espacial.
También hay un antiguo mortero de piedra y algunos productos artesanales para vender como dulces, patay en pan y en polvo, y hierbas aromáticas y medicinales varias.
“Mi abuelo fue minero, mi padre fue minero, yo fui minero, teníamos un horno calero como muchas familias de Los Berros. Nos íbamos al campo a recolectar leña para el horno y también sacábamos la piedra para calcinar.
Hacíamos unos 30.000 kilos de cal al mes, eso ahora los hornos modernos lo hacen en un día”, contó Don Roberto.
Sin embargo, los productores artesanales de cal aún existen. Se agruparon en una cooperativa que vende a las empresas grandes.
Importancia de la tradición en Los Berros
Coca Guayama es la esposa de Roberto. Ella se reconoce huarpina. Recibe a los turistas en el museo y está dispuesta a contar todo lo que aprendió de sus ancestros, seguramente emparentados con el famoso Santos Guayama, el lagunero huarpe que fue amigo del Cura Brochero, hoy santo.
Coca conoce los yuyos y para qué sirven, conoce historias y leyendas y sueña con familias que recuperan la crianza antigua para sus hijos, “los niños ahora no saben hacer nada”.
Cuando ella era chica se iban al campo a buscar “chuspa”, una fruta que crecía en zonas de médanos, similar a una banana y con un sabor parecido al melón. La “lonchita”, una hierba, es buena para la gente que tiene problemas de memoria, relata Coca.
En su casa tenían gallinas y huevos y hacían tortillas de “bledo”, una verdura de hoja verde. “Los chicos le temen a lo viejo y están mal porque ahí está la sabiduría. Antes aprendíamos por necesidad, con qué hierba lavarse para las lastimaduras, con qué lavar la ropa, con qué limpiar la casa”.
En estéreo, Coca habla de las hierbas del campo y Roberto cuenta que los Carmona vinieron de Chile y fueron de las primeras familias en instalarse en Los Berros, que se llama así por la cantidad de esas plantas que crecían a la orilla del arroyo que atraviesa el pueblo.
Roberto cuenta que tiene planes de sumar una cantina al museo, como las de antes, donde la gente pueda comer un sánguche de jamón crudo con un vino o una cerveza.
El museo aún no fue inaugurado oficialmente, pero igual las puertas se abren para el visitante curioso, y también para el vecino que quiera aportar algo de su historia a ese rincón de todo el pueblo. Y si tiene suerte, doña Coca le invita un magistral café de algarroba.
Un poco de historia
En 1889, el ingeniero Pedro Pascual Ramírez escribía el libro “Contribución a la historia geográfica de San Juan” y allí menciona brevemente a la localidad Berros (sin Los). “Berros, Sarmiento. Población llena de cultivos a 76 kilómetros de la Ciudad, lugar de veraneo. Tiene destacamento de policía, estafeta de correo, juez de paz, escuela nacional. Posee varios hornos y fábricas de cal”.
Según datos del municipio, Los Berros tenía 4.266 habitantes en 2015, lo que constituía el 18 % de la población del departamento.
Otros museos de San Juan, aquí.
