Esta hierba nativa es buena para la resaca

La cepa de caballo  es la hierba nativa buena para la resaca, entre otras propiedades medicinales que se le atribuyen.

Se la considera una planta nativa Sudamericana y crece en forma silvestre en Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Perú.  No se debe confundir la cepa de caballo (o arrancamoños, abrojito, cadillo) con la cola de caballo que es otra hierba de la que nos ocuparemos más adelante.

La cepa de caballo tiene flores muy pequeñas y espinas muy grandes. Sus hojas tienen un color y forma peculiar, lanceoladas, de envés blanco tomentoso y haz verde oscuro con pubescencia laxa, nervadura central y laterales claras y tomentosas (que tienen ‘pelitos’). No crece mucho, máximo de 30 centímetros.

“La cepa de caballo sirve contra las afecciones hepáticas, problemas urinarios y se acostumbra un tereré con ‘cepacaballo’ para calmar los rigores causados por la ingesta de mucha bebida alcohólica, la conocida resaca”, señaló el Ingeniero Agrónomo Carlos Scavone, en un medio de Paraguay.

cepa de caballo

Agregó que también es buena para la circulación de la sangre, buen hipotensor y actúa contra las inflamaciones de cualquier orden.

Destino San Juan consultó con el libro “Contribución  la historia geográfica de San Juan” (1907) donde Pedro Pascual Ramírez escribió el capítulo “Algo sobre flora indígena”.

“La cepa de caballo es uno de los arbustos que tiene más aplicaciones medicinales. Lavando con sus hojas la carne que esta olisca pierde su mal olor y parece que es un excelente medicina contra las llagas venéreas y heridas en putrefacción”, aseguró Ramírez.

Y continuó: “Se usa la infusión como emoliente diurético y refrigerante, especialmente en el caso de enfermedades del hígado, pulmón, fiebres intermitentes e indigestión.

Es un buen purificador de la sangre. Algunos curan las enfermedades y nubes en los ojos con los tallos, mascan en ayunas dichos tallos, los ponen en un trapo fino y se hace caer directamente tres gotas en el ojo enfermo y se lo tapa enseguida”.

Tipos de Cepa de caballo

En el libro “Consejero de Medicina Natural I: Plantas” (1976), Carlos Kozel señala que existen dos especies: la clase común crece en toda la Argentina y Uruguay, mientras que la otra (Cepa Caballo La Puna) abunda en las provincias de La Rioja (Argentina) y Catamarca.

“Ambas clases son un eficaz medio curativo, con la diferencia de que La Puna tiene un efecto considerablemente más eficaz que la clase común”.

cepa de caballo

Sin embargo destaca que ambas dan excelentes resultados curativos especialmente en enfermedades del hígado, riñones y vejiga.

También en casos de reumatismo, gota, ciática, lumbago, paludismo, cólicos, flatulencias, tos convulsa, dolores de las articulaciones, enfermedades venéreas, eczemas, afecciones de la piel y retención de la orina.

Kozel también señaló en su obra que la cepa de caballo es muy usada como medicina tradicional en Argentina y Uruguay.

“El cocimiento al 2-5% se usa contra las enfermedades del hígado y las fiebres intermitentes. Al exterior el mismo cocimiento sirve para baños calientes y fomentos contra los tumores fríos”.

El autor le añade una virtud extraordinaria: “Al que les resulte difícil librarse de las costumbres de tomar bebidas alcohólicas, que haga la prueba con esta maravillosa planta curativa tomando cada día varias tacitas de tisana hecha con su raíz.

Está repetidamente comprobado que la ingestión de la tisana de la raíz de esta planta produce repugnancia hacia las bebidas alcohólicas”.

Usos en té y tópicos

“Todos aquellos que padecen de mala secreción de orina, o que tienen sangre impura, deberían tener siempre en casa esta planta para usarla habitualmente”, aseguró Kozel.

¿Cómo usar la cepa de caballo?

Se emplean 30 gramos  de la planta para un litro de agua. Las hojas se preparan en infusión y las raíces en cocimiento. Cada hora, se toman de tres a cuatro cucharadas de tisana, o tres tacitas cada día, pero nunca en las comidas.

En el sitio web plantasmedicinales10.com recomiendan beber una taza diaria para el tratamiento de afecciones respiratorias, urinarias, hepáticas y renales.

Luego aseguran que la misma taza de cepa de caballo se usa también para aliviar los síntomas del reumatismo, la gota y el paludismo.

La preparación tiene un uso tópico en el tratamiento de tumores y opera como antifebril, antialérgico y calmante.  Las hojas pueden también machacarse en un poco de agua para tratar infecciones de la piel. 

Mientras que la infusión con las raíces se recomienda para el tratamiento del alcoholismo, ya que genera aversión al consumo de bebidas alcohólicas.  Debe beberse una taza luego de cada comida.

Si se prepara utilizando también las semillas, opera para tratar afecciones de la garganta.  Las raíces se recolectan en verano, se lavan y se secan al sol; luego se cortan en tiras finas y se ponen a hervir. Las hojas deben secarse a la sombra.

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Cepa de caballo y otros nombres

Su nombre científico es Xanthium spinosum L; otros nombres populares de la cepa de caballo son: abrojito, abrojillo, kokelín, kachú, kawéll, elperín (araucano pampa); clonqui, choqurchambi, alqokhischa (quechua), I(a) rat traráid (toba), todos en Argentina.

Carrapicho de carneiro, espinho de carneiro, carrapicho de Santa Helena, en Brasil. Overá yú, urusumuru, bechagú, en textos antiguos de Paraguay: Clonqui, clonclí, cepacaballo en Chile.

Spiny cocklebur, dagger cocklebur, spiny clotbur, spanish thistle, en UUEE; y cachurera menor, cadillo menor, pegotes, cepa caballo en España.

En las zonas rurales donde más se utiliza, se recomienda no beber más de la dosis establecida, ya que parece producir depresión.

Hay presencia de alcaloides en su composición, por lo que se recomienda no ser utilizado por embarazadas o durante el periodo de lactancia. Se cree que inhibe la fertilidad femenina.

Entre otros usos, las hojas secas se trituran y se coloca una pizca en el mate o terere para darle un sabor más refrescante. Los frutos se tuestan y se preparan infusiones que reemplazan al café.

Como crece de manera espontánea, muchos agricultores la consideran una maleza, y es difícil encontrarla en zonas urbanas.

A lo largo de la historia y en todas las culturas, la naturaleza ha sido la farmacia de las comunidades.

Y se repite el mantra: la medicina actual comenzó tomando los “remedios” de la naturaleza, y ellos siguen disponibles para todos.

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