calandria

La Calandria, el ave que anuncia buenas noticias con su canto

Antes, hace muchos años, se había sentido su canto lejano, este año no solo se escuchó fuerte y claro, sino que se dejó ver y fotografiar una calandria hermosa, amante de las aceitunas bien maduras. El abuelo decía que cuando la calandria canta es porque trae buenas noticias.

La calandria es un ave que no llama la atención con sus plumas, de color gris y negro (tiene como un antifaz negro sobre los ojos y una línea blanca arriba); pero su canto es una delicia y es una gran imitadora de cantos ajenos.

Su nombre científico es Mimus saturninus, también conocida como calandria grande, calandria común, tenca calandria, cenzontle de cejas blancas o simplemente como calandria.

Seragrgentino.org señala que la calandria aparece como símbolo de libertad en el folklore argentino, de hecho, recibe calificativos como “la reina de los ojos negros” y es común la expresión “soy libre como la calandria”; es que esta ave no tolera el cautiverio, si tiene la mala suerte de ser atrapada, deja de cantar y se deja morir.

La calandria pocitana.

El sitio ‘hablemos de aves’ señala que es una especie propia de América del Sur y fue llamada así por analogía con la calandria europea, Melanocorypha calandra, con la cual no guarda más relación que la capacidad común de imitar el canto de otras aves.

El género de esta especie, Mimus, hace referencia a la capacidad mímica de las especies.

Es un ave paseriforme, de unos 27 cm de largo cuando es adulta. Presenta un plumaje de colores apagados, con el dorso pardo grisáceo con rayas más oscuras poco perceptibles. Las alas son más oscuras, con ribetes blancos en algunos ejemplares, así como la cola, que muestra al vuelo dos distintivas manchas blancas. El vientre y la garganta son blanquecinos.

El pico es largo y delgado, bien adaptado a la captura de insectos. Los tarsos de las patas son largos, indicando su hábito de caminador.

La calandria es insectívora y frugívora. Habita en zonas de estepa y pradera, sin migrar en invierno. Pasa la mayor parte de su tiempo en el suelo desplazándose con cortas carreras a buena velocidad.

Su vuelo, potente y con rápidos batidos de alas, incluye trayectorias ondulantes amplias y vertiginosas ascensiones.

En vuelo se aprecian las alas negruzcas por abajo, con el borde posterior blanco.

Todas quieren ser calandrias

Según Bird Life la calandria es una especie casi amenazada; una excelente cantora, con un gorjeo muy agradable y la capacidad de imitar el canto de otras aves con precisión. Emulan los sonidos del entorno.

Su canto propio incluye una nota de alarma bien distintiva y de mucho volumen. Aprenden rápidamente y remedan con precisión el silbido humano o la música ejecutada.

Es muy parecido al de la alondra común, aunque más fuerte, más complejo y con notas más ásperas (chirrrr). El canto consiste en un flujo continuo de secuencias cortas, trinos, silbidos, gorjeos e imitaciones variadas.

Los habitantes de las zonas rurales, señalan el canto de la calandria es siempre de buen augurio. Si canta cerca de la cocina anuncia visitas, si lo hace en el patio avisa que habrá novedades. Si la calandria anida cerca de la casa presagia buena armonía en el matrimonio y es mala suerte destruir su nido.

Si una calandria entra en una casa es señal de casamiento.

También se dice que si la calandria sacude las alas habrá fuertes vientos, si canta y salta en distintas direcciones está anunciado cambio de tiempo o lluvias. En la región de Cuyo señalan que cuando durante el invierno imitan el canto de las aves están llamando al viento Zonda.

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